Opinión Personal Branding

No se trata de lo bueno que eres, sino de lo bueno que quieres llegar a ser

Economista especializado en Marketing Online y Publicidad de Pago y...

Lamentablemente, no hay sitio para todos en el mercado laboral. La crisis ya ha acabado (estamos ante un cambio de era y no una era de cambios) y ha alterado el mercado de trabajo para siempre. Aunque muchos no lo sepan, se ha constituido un nuevo paradigma laboral y económico. Desde la Revolución Industrial, cada nueva generación ha ganado más dinero, ha tenido una mejor educación y un mayor nivel de vida que la generación anterior. Tal y como explica Reid Hoffman en su brillante libro "El mejor negocio eres tú", el mercado laboral de trabajadores cualificados funcionaba como una "escalera mecánica": al acabar los estudios, conseguías un empleo y, normalmente, a medida que se iba ganando experiencia se ascendía "por la escalera mecánica" en la estructura de organización con más poder, dinero y seguridad para la jubilación. Así hasta la jubilación y siendo naturalmente sustituido por otra persona. ¿Qué ocurre ahora? Que la escalera mecánica se ha parado drásticamente. Los jóvenes ahora se acumulan en el principio de la misma sin poder entrar en el mercado laboral y los profesionales con más experiencia se aferran con fuerza a sus vigentes puestos de trabajo. Del mismo modo, yo tampoco creo que nos podamos jubilar algún día, ya que el actual sistema de jubilación es insostenible. Trabajaremos hasta que nos muramos y, por eso, es importante trabajar en algo que nos guste o apasione. Como ves, las reglas de juego han cambiado. Tal y como manifiesta Sergio Fernández, el mercado laboral tiene dos tendencias: el "sub-mileurismo" (ocasionado por el hecho de que cada vez hay más personas dispuestas a trabajar cobrando menos dinero) y las personas que venden "talento" y vivirán bien económicamente hablando. Vamos hacia un mercado laboral intensivo en talento, es decir, en profesionales que aporten un considerable valor añadido a la entidad. Por ello, ahora más que nunca tienes que creer que la marca personal es más importante de lo que tú crees y tomar las riendas de tu vida siendo diferentes y relevantes en tu profesión. Todos somos empresarios de ?la empresa más importante?, es decir, de nuestra propia vida. No olvides que no se trata de lo bueno que eres, sino de lo bueno que quieres llegar a ser. No sólo hay que saber hacer, sino también hacer saber. Si no eres capaz de transmitir tu valor como profesional y de crear la necesidad de tus servicios, de nada sirve que seas muy bueno en lo que haces. Otros de tu competencia serán considerados como mejores profesionales en tu sector. Si no comunicas ni estás en Internet, no existes. Nadie te conocerá. La suerte es una actitud y los pequeños detalles marcan la diferencia (hasta con tu imagen personal) haciendo que, personas que tú pudieras considerar como "mediocres", tengan finalmente más éxito que tú. Por tanto, reflexiona ahora qué es lo que te gustaría hacer el resto de tu vida. Conócete bien a ti mismo, diferénciate (como diría Pablo Adán, plantéate la pregunta de por qué tu y no los demás en los puestos de trabajo que aspires alcanzar) y diseña una estrategia personal. Como dice Gina Tost, "una vez que tengas claro lo que quieres, persíguelo sin piedad. Y no esperes que nadie te regale nada". Ten emprendeduría en la sangre. El mundo está lleno de oportunidades y sólo hay que salir de la zona de confort para encontrarlas. Asimismo, un buen Networking es vital para alcanzar tus objetivos.

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