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Por Redacción - 28 Octubre 2013
El medio online proporciona gran cantidad de datos sobre el comportamiento de los usuarios. Información de primera mano que, bien canalizada, puede resultar muy provechosa para las pequeñas empresas. La información que proporciona el Big Data es un diamante en bruto, que conviene aprender a pulir.
Para ello, conviene establecer objetivos, contar con profesionales en la materia y destinar los recursos necesarios.Las empresas han comenzado a contar con analistas, técnicos capaces de extraer conclusiones útiles a partir de los datos registrados. Se trata de profesionales que cuentan con las herramientas adecuadas y saben qué deben analizar, en función de los objetivos planteados.
Permiten detectar tendencias y ser flexibles a los cambios. Gracias a análisis inteligente del Big Data es posible analizar la evolución del mercado y conocer la demanda actual del público objetivo, así como sus inquietudes e intereses. De este modo podemos apreciar qué tipo de productos consume, o saber cuáles busca con mayor frecuencia; detectar aquellos que han caído en desuso y qué otros son los que van ganando protagonismo. Todo ello únicamente observando, sin necesidad de preguntar directamente, e influir en la toma de decisiones, o interrumpir la experiencia de usuario. Con esta información, cualquier empresa puede ser capaz de ajustar su producto o servicio a la demanda real, adaptarse a las nuevas tendencias y adelantarse a los cambios en el mercado. Una gran oportunidad al alcance tanto de grandes como pequeños que solo el Big Data es capaz de ofrecer.
Los clientes están dispuestos a compartir su información, si con ello reciben una experiencia personalizada, adaptada a sus necesidades. Según GfK, al 34% le gusta recibir ofertas y sugerencias de productos adaptados a sus intereses. Sin embargo, siempre respetando su espacio; si estas actuaciones por parte de la empresa demuestran un trato demasiado intrusivo, invadiendo su intimidad, sí pueden molestar a los clientes (77%).
Una pequeña empresa puede posicionarse como referente en su sector gracias al Big Data. Como ya hemos apuntado, el análisis de estos datos permite detectar tendencias y oportunidades de negocio, lo que ofrece la oportunidad de especializarse en un área concreta, y explotar ese nicho de mercado.
El Big Data es una ventana abierta al conocimiento sobre el mercado y los usuarios de un modo transparente, preciso y realista. De ahí la necesidad de profundizar en este área y comenzar a desentrañar sus misterios. Una tarea que todavía se le resiste a las empresas:
Solo 1 de cada 5 empresas es capaz de aplicar el Big Data a sus objetivos de marketing (Econsultancy y Lynchpin). Un área en la que el 60% de las empresas indica que está trabajando desde 2009 y todavía no lo han conseguido. Uno de los principales problemas a los que se enfrentan es la gran cantidad de datos que se produce a diario. Se trata de un volumen difícil de digerir, si no se cuenta con las herramientas y los recursos adecuados.
Sin embargo, también hay empresas que son capaces de apreciar el resultado de sus esfuerzos. Según GfK, el 62% de los marketers en Reino Unido afirma que su estrategia de marketing ha mejorado gracias a su aplicación. Pese a que muy pocas empresas carecen de una estrategia para gestionar el Big Data, aproximadamente 9 de cada 10 (86%) de las 896 empresas encuestadas por Econsultancy reconoce que ha podido sacar partido a los datos que le proporciona la analítica web. Al menos en alguna ocasión. Todo es cuestión de plantear una estrategia y apostar decididamente por el Big Data.
La información, bien gestionada, es poder, una gran fuente de oportunidades al alcance de cualquier empresa, cuyos resultados favorecen tanto a la organización como a los clientes. Estos últimos ganan en términos de experiencia de usuario y personalización del producto.
