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Según estudios los números en los titulares de nuestros post aumentan un 10% o hasta un 20 % el tráfico. Las cifras nos marcan el número de pasos para llegar al éxito, tener consciencia de las cualidades ideales, o conocimiento sobre las etapas fundamentales respecto a un suceso en "concreto". Hasta ahí, perfecto. Sin embargo, aunque este análisis bajo el microscópico; de cuestiones puntuales sea necesario, dónde queda la observación de la globalidad de las cosas a una distancia prudencial. Se necesita más ver el bosque desde fuera sin dejar de verlo desde dentro.
El boom de la información, y la velocidad de reproducción del marketing hacia diferentes cotas han obligado a la fragmentación como método de mayor entendimiento. Aprendemos por tomos, y promulgamos nuestro conocimiento por fascículos, pero ¿y las teorías globales?
Fomentar el conocimiento y contagiar la ambición por el pensamiento y la evolución teórico-práctica en conjunto, es la mejor vía para que todo quede sopesado y naveguemos en una misma dirección. Eric Hoffer ya dijo "En una época de cambios radicales, el futuro es de los que siguen aprendiendo, los que ya aprendieron se encuentran equipados para vivir en un mundo que ya no existe". Brillante frase como ejemplo de dos tipos de actitud de los profesionales: Aprendiz o Learner, así como, Maestro o Knower. Lo que preocupa es que volvemos a caer en el fallo de los "opuestos" presentado dos actitudes que se dan de manera simultánea en la persona, una vertiente con más dominancia que otra, como separables y encima opuestas. El afán por clasificar, numerar y encasillar quizá está volviéndose en nuestra contra. Así damos la bienvenida, a la relación entre el Learner y el Knower en su momento más tirante y en una crisis constante. Existe rivalidad y con ella tropiezo. Eres lo uno u eres lo otro; y esto no es una pregunta, ni tampoco debería ser una afirmación. Es un ejemplo, de los tantos errores de dimensión global y por tanto repercusiones magnificadas consecuentes de decisiones específicas.
Creación de perfiles opuestos y por ende dañinos para la productividad diaria de la empresa.
Idiomas, polivalencia, lealtad, adaptabilidad; son algunas de las cualidades que se esperan de los profesionales modernos para el 2014. Lo cual es símbolo de falta de claridad, más que características habría que determinar de una vez qué actitud es la que se busca del profesional. El problema es que somos personas y por tal, es muy difícil quedar relegadas a una posición y en el hieratismo tener éxito. La empresa necesita de profesionales en movimiento y el movimiento necesita de curiosidad y la curiosidad de cierta libertad de movimiento. Es un círculo imparable y tratar de controlarlo solo da cabida a una situación "la fuga de cerebros".
¿Tienes actitud de Aprendiz "Learner" o de Maestro "Knower"? Algunos considerarán que la respuesta adecuada es la de Learner, más después de haber leído la frase de Eric Hoffer, debido a la connotación positiva que tiene al presentarnos una actitud en continuo crecimiento, rompiendo las barreras de la ignorancia y retando al intelecto en la búsqueda de más conocimiento. Sin embargo, por otro lado tampoco es la actitud esperada en el mundo empresarial, debido a que demasiada curiosidad es símbolo de amenaza a la estandarización de algunos procesos. Así como, un ataque a las formas de actuación determinadas y solidificadas ya en la empresa generalmente nacida de Knowers o maestros que no quieren ver peligrar el resultado de su ingenio. Aquí nace el choque producto de la tendencia a catalogar, y la búsqueda desesperada por "finales" que den cierre a cuestiones que deberían estar siempre "abiertas" a crecimiento o cambio. Esto sólo se consigue si fomentamos la actitud simultánea de ser a la vez learner y knower, y hacemos eco en la práctica de ambas cualidades. O puede que lo mejor sea introducir un término nuevo, no amenazante y exento de opuesto por no traerlo a la palestra. ¿Por qué no hablar de, y producir visionarios?
El Branding Personal conoce mucho de "expertos" ya que es extraño vender la profesionalidad desde la premisa "soy aprendiz constante, experto de nada, pero visionario del todo" Aquí entra en relación el siguiente punto. ¿Hay cabida a la aceptación de ignorancia, al desconocimiento y a la incertidumbre? "No lo sé todo, ahora, lo que sé, lo sé bien y lo que no estoy en proceso de aprendizaje"
Fomento de la orientación a la meta y la desmotivación sonante hacia el proceso.
Aspiración a la significación, a lo grande, a lo envidiable, a lo indudablemente victorioso. Todo tiene que tener un objetivo tangible, visible e inmediato, que suponga la muestra y demostración de cuan cerca estamos del éxito. Al hablar de éxito no es en relación a la superación efectiva de pequeños problemas, actividades, o tareas sino aquí nos referimos al ÉXITO con grandes palabras. Estamos demasiado orientados a la búsqueda del "triunfo aplastante".
Mahatma Gandhi dijo "Casi todo lo que realice será insignificante, pero es muy importante que lo haga". Ver más allá de lo que tenemos delante, de lo visible, de lo presente, hasta de lo soñado, no se trata de perspectivas, menos de tamaños, sino de la seguridad de que el todo está formado por millones de partes de múltiples dimensiones, algunas ínfimas, hasta despreciables. Hablamos de principios y de procesos que realizados en la mediocridad de su simpleza tienen más importancia general que significación intrínseca. Nada es en vano, porque todo acto tiene su impacto, y todo impacto genera una reacción. Más si estamos hablando de comunidades, de personas, de interacciones; el marketing digital versa de eso.
Exaltación de la "certeza": principal enemigo de la "Innovación".
La cuestión es que detrás de las cifras, de las clasificaciones radicales y opuestas %u2013learners y Knowers %u2013 así como, la orientación al éxito por encima de a los procesos sólo pueden dar cabida a una situación: El miedo al fracaso se hace mayor y con ello crece la necesidad de certeza. De este modo es como entramos en un laberinto sin salida porque por triste que nos resulte: "No hay secretos para el éxito" Colin Powell. No hay camino fácil, y certero; atajo raudo, y desierto; revelación exclusiva, y gratuita. No hay. Si los hubiera; el camino por conseguirla sería igual de largo, e incierto. Además, de rudo y saturado de otros interesados por un revelación que ya no sería exclusiva, qué menos que gratuita. No hay. No existe avance sin riesgo, ni éxito sin fracaso.
Después de tanta defensa por el camino por encima de la meta, esto quedará sin conclusión ya que lo mejor que es que las reflexiones queden abiertas.
