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Por Redacción - 9 Enero 2015
Durante 2015, Facebook incorporará más anuncios en vídeo a su feed de noticias. Los consumidores seguirán también mostrándose muy interesados en los contenidos en vídeo y se lanzarán a visionar este tipo de elementos en la red. Y no hay que olvidar las tasas de crecimiento que ha tenido hasta ahora el contenido en vídeo. En solo dos años, el consumo de vídeo online desde dispositivos móviles, por ejemplo, creció en un 400%. Las tasas de crecimiento no han sido tan impresionantes (un 400% es una cifra considerable) cuando se habla de consumo de vídeo desde navegador en escritorio, pero aún así sí mostraron una tendencia muy positiva e igualmente alcista.
Los vídeos están de moda. Los internautas los buscan y los desean y aprovechan la red para consumir contenidos en este formato. Las marcas han sabido ver su potencial e intentan posicionarse ya bien sea con sus propios vídeos como empleando los vídeos de los demás. La publicidad en vídeo es uno de los reclamos más deseados de la publicidad online y lleva camino de subir todavía más en el futuro inmediato, especialmente si se tiene en cuenta que entre las previsiones a futuro próximo está la de mejorar los sistemas de medición asociados a la misma para saber realmente quién y cuándo ve los anuncios en vídeo. La propia Google ya ha anunciado que mejorará los datos sobre la misma.
Porque, por el momento, las marcas están desenando anunciarse en vídeo, pero los internautas no están tan receptivos como ellas a la cuestión. Son muy pocos los que ven por completo los anuncios publicitarios en vídeo en internet y muchos los que se los saltan en cuanto pueden. Quizás sea un problema de las creatividades, quizás de la saturación publicitaria online o quizás de que los medios que sirven de recipientes para esos anuncios se han convertido en un nido de malas praxis a la hora de servir los anuncios.
Pero ¿existe un momento o una estrategia que permitirá conseguir bordear esa realidad y conseguir mejores resultados? Un reciente estudio de IPG Media Lab y YuMe ha analizado el impacto que tienen otros factores - más allá del propio anuncio - para determinar qué puede hacer (o no) que los consumidores vean los anuncios en vídeo.
Contexto geográfico
Como apunta uno de los responsables del anuncio a The Guardian, los consumidores ya no están condenados a permanecer en la sala de estar. Antes, los anuncios audiovisuales llegaban a través de la televisión, que se veía en la salita y a la que se le prestaba toda la atención. Eso ya no sucede así. Los anuncios en vídeo se ven en internet pueden verse en cualquier lugar, por eso el estudio concluye que la localización es uno de los elementos más importantes a la hora de establecer cómo el contexto afecta al visionado o no de los anuncios online.
Estar en casa es ahora contraproducente. Los internautas prestan más atención a los anuncios en vídeo online cuando los ven en el trabajo o en lugares públicos.
El dispositivo usado
Pero no solo afecta dónde se ve por cuestiones del lugar en el que se encuentra el consumidor, también sucede lo mismo con el dónde se ve a nivel del dispositivo en el que se muestra el anuncio. En este caso, los dispositivos móviles son los ganadores. Los consumidores ven más y con más atención los anuncios en vídeo que les sirven cuando están en un dispositivo móvil que aquellos que ven en su ordenador.
El tipo de pantalla no solo afecta al ver o no el contenido, sino también al efecto que este tiene en el consumidor. Los anuncios en vídeo que se han visto desde un smartphone tienen mayores porcentajes de recuerdo, según los datos del estudio.
La naturaleza del contenido
En la ecuación que hace que un consumidor vea o no un anuncio online en vídeo no solo forman parte el dispositivo y la localización, también el propio contenido del anuncio en si mismo. El interés de los consumidores es determinante: si el consumidor ve el anuncio cuando estaba buscando información, estará mucho más atento que si el anuncio le llega mientras navegaba sin más por la red.
Igualmente importa no solo el cómo estaban los consumidores de cara al contenido, sino también el contenido en si. El drama, la comedia y los contenidos de carácter práctico despiertan mucha más atención entre los consumidores que otro tipo de contenidos y generan también más recuerdo. Los contenidos sobre política, tecnología, negocios y noticias consiguen, por ejemplo, mejores resultados en los anuncios en vídeo asociados.
