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Por Redacción - 13 Abril 2016
Uno de esos debates que se han ido repitiendo en los últimos tiempos y que han ido ocupando posiciones destacadas cuando se habla de SEO es la cuestión de qué papel debe cumplir hoy en día la palabra clave. ¿Ha muerto la keyword en los tiempos de las redes sociales? ¿Han perdido importancia ahora que la gente ha empezado a buscar de forma diferente y están empezando a preguntar por frases enteras al buscador de turno?
Lo cierto es que los diferentes informes han ido señalando que las keywords, al menos tal y como se entendían en el pasado, ya no son tan importantes como lo eran antes. Es decir, para triunfar no hay que repetir la palabra mágica que se escogía como bandera para posicionar el texto. No hay que redactar contenidos en el blog usando una y otra vez el mismo término en todos y cada uno de los párrafos y no hay que meterla aunque sea a calzador en la URL de la página.
Pero a pesar de que las keywords ya no funcionan exactamente igual que funcionaban hace unos años, eso no hace que hayan desaparecido del todo. Lo que hay que hacer para adaptar la estrategia en keywords a las realidades del presente y a las exigencias de los buscadores de hoy en día (digamos en realidad a las exigencias de Google?) es reajustar lo que se está haciendo y apostar por una estrategia mucho más compleja, mucho más dinámica y mucho más convergente. El SEO no debe ser una especie de elemento nicho que vive al margen de todo lo demás y debe conectar con las demás estrategias de la compañía.
Y, claramente, con quien más debe unirse es con el marketing de contenidos. Como apuntan en un análisis en SearchEngineLand, las keywords y el content marketing deben funcionar de forma mucho más sinérgica y deben colaborar porque al fin y al cabo ambos buscan los mismos objetivos. Las primeras tienen que además adaptarse a lo que los nuevos tiempos imponen y deben funcionar en los niveles que ahora marcan lo que ocurre.
Las keywords son la llave para entender qué es lo que los consumidores quieren que se les cuente y pueden funcionar como una especie de bastón de apoyo para comprender por dónde hay que tirar con los contenidos. Las herramientas como Google Trends o como Google Keyword Planner funcionan, señalan en el análisis, como un elemento para identificar pautas y para detectar picos de interés en ciertos temas. Esas herramientas señalarán no solo las palabras clave que los consumidores están buscando más sino también lo que las marcas deben producir como contenido para conectar con las audiencias.
Por ello, investigar cuáles son las palabras clave que están teniendo más tirón y cuáles son las que están funcionando mejor sigue siendo muy relevante (por mucho que ya no funcionen exactamente igual que lo hacían hace 10 años) y siguen sirviendo para conectar con el consumidor comprendiendo qué es lo que les interesa. Las keywords son aún un elemento clave, alertan en el estudio, para mejorar la relación con los consumidores.
La utilidad de las keywords sigue siendo por tanto muy elevada y sigue permitiendo a las marcas llegar hasta los consumidores, aunque no lo haga con la misma fórmula que en el pasado. El primer punto en el que las keywords ayudan es permitiendo conocer mejor al consumidor. Las palabras clave están señalando una senda para entender qué preocupa, qué interesa y qué motiva al consumidor que se relaciona con una marca.
Tras este punto, las keywords ayudan a comunicar de forma más efectiva, ya que posibilita que la marca "hable" el lenguaje del consumidor. Las marcas saben gracias a ellas sobre qué tienen que hablar y qué es lo que tienen que decir, lo que lleva a - siguiente punto - ser más eficientes a la hora de planificar los contenidos que se lanzan al mundo.
Y una vez que se ha cubierto esta situación hay que abrir la mano a los demás factores que harán que los contenidos funcionen y que las cosas conecten con los consumidores. Tras saber sobre qué hay que hablar, hay que crear mensajes que sean realmente memorables y relevantes. Los contenidos tienen que ser elaborados con cuidado y con una atención clara a la calidad.
