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¿Puede ser cualquiera formador de Community Managers?

Social Media Consultant Community Manager,Content Manager y Blogger Profesional

No. La respuesta es no y mil veces no. De la misma manera que no todos estamos preparados para dar clase de física cuántica, no todos estamos capacitados para impartir formación a futuros Community Managers.

Hay muchísimos profesionales que usan a diario las Redes Sociales para trabajar y que conocen perfectamente su personalidad y su idiosincrasia, pero, de ahí a que estén preparados para impartir formación a otros que pretenden profesionalizarse hay un abismo, ya que, al igual que para realizar cualquier trabajo dospuntocero, digámoslo así, es necesario tener conocimientos y aptitudes, para un formador es fundamental tener una serie de capacidades y habilidades de las que no todos los profesionales disponemos.

Partiendo de la base de que el hecho de saber algo no nos hace expertos en ese campo debemos tener en cuenta que el saber administrar un perfil de Twitter o de Facebook, o de Pinterest, si quieres, no nos da la capacidad necesaria para explicar su funcionamiento, su razón de ser, en qué momento y para qué es óptima su utilización en el entorno dospuntocero o qué Redes Sociales son más adecuadas para la necesidad de cada profesional, pyme o autónomo.

La formación es un campo muy denostado en los últimos tiempos, ya que son muchas las personas que piensan que cualquiera puede ponerse delante de un auditorio o de una clase y hablar, transmitir el conocimiento y la experiencia que poseemos a un grupo de personas y que lo aprehendan. Pero esto no es cierto. En absoluto.

Obviamente, el conocimiento de la materia que vamos a explicar es fundamental, el profundo conocimiento, pero, es necesario tener habilidades comunicativas para saber llegar a todos los alumnos de forma clara y precisa. Los formadores, supuestamente, son expertos en su campo y en cómo hacer llegar a los alumnos el conocimiento que pretenden transmitir, y, para ello, hay que seguir unas pautas.

No nos podemos poner delante de unos alumnos que han pagado una considerable cantidad de dinero, que cuestan estos cursos, y soltar una parrafada acerca de las maravillas que pueden hacer las Redes Sociales y explicar solamente cómo se hace un retweet o cómo se sube una foto a Facebook. Para empezar, debemos tener bien claros los puntos más importantes del temario a explicar, haciendo hincapié en los aspectos más complicados o más interesantes pero menos conocidos.

Una estructuración de nuestra explicación es fundamental, estando siempre alertas a las necesidades de los alumnos, teniendo en cuenta que no es nuestro ego lo que prima, sino el aprendizaje del alumno. Por ello, hay que estar preparados para posibles preguntas de los alumnos acerca de aspectos que no dominemos en su totalidad sobre los que no estemos seguros o, directamente, no sepamos responder, teniendo la suficiente seguridad en nosotros mismos como para admitirlo y decir un “pues ahora no estoy segura, te lo digo mejor mañana”. No pasa nada, somos humanos y nadie lo sabe absolutamente todo. Es lo mejor de la profesión, que continuamente necesitamos aprender y formarnos.

Por esto también necesitamos ser humildes, no lo sabemos todo, y podemos encontrarnos con que un alumno sepa más que nosotros de un aspecto determinado. Y debemos reconocérselo. Alguien que peque de soberbia no puede formar a futuros profesionales.

Dejemos ya de pensar que cualquiera puede enseñar a otros. La enseñanza, la formación requiere una metodología bien pensada, una estructuración y mucha capacidad de síntesis, sobre todo en este campo, en el que de un día para otro los datos se quedan obsoletos.

¿Y vosotros qué pensais?

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