Opinión Social Media Marketing

Convirtiendo las redes sociales en redes colectivas

El gran reto de las empresas hace unos años era implementar un sistema coherente de redes sociales y el ámbito comercial en el que se movían. Con mayor o menor éxito, al fin y al cabo, siguiendo una guía universal, es fácil fijar una presencia de nuestra marca en internet. Venga, bah, te montan en un helicóptero y te dejan en mitad de la montaña. Hasta ahí es sencillo, y hasta gratis: no requiere especiales destrezas, ni humanas ni técnicas. El ROI es brutal, dogmas de economía ultraliberal llevados a un extremo ni esbozado por Ayn Rand en estado extático consigo misma:

(0 x Factor inversión) (0 x Factor formación) %u2013 (n x horas de trabajo) = "Vamos que nos vamos"

Después vendrá la monitorización, optimización del SEO, y todos pensarán que están subiendo hacia la cima. Emprenderán loables como insensatas aventuras, tales como la locura multicanal (Pinterest para una empresa de encofrados, Linkedin para un taller de pintura). Cuando Paul McCartney compuso "Here, There & everywhere" no pensaba en su mujer, sino en el aguerrido y tildado por sí mismo "Community Manager" y su obsesión de ubicuidad. Multiplicidad de plataformas, distorsión del mensaje asegurada, no lo dudéis.

Y a partir de ahí, ni el mejor de los sherpas cibernéticos, con su mochila cargada de "infalibles" trucos (las comillas e itálicas mejor utilizadas jamás), salva a la empresa de quedarse sin oxígeno en su intento de escalar hasta el top, que diría Mourinho, de la gran montaña llamada negocio. Negocio o e-negocio. Hasta que no tenga un millón de bitcoins en el bolsillo, seguiré pensando en el tintineante sonido de los euros, y que el reino empresarial sí que es de este mundo.

¿Qué es lo que toca? Inbound marketing. Volviendo a las evocaciones musicales, pasar de tocar en grandes estadios donde nadie te compra el disco, a pequeñas salas donde una pléyade de acérrimos degustarán el bouquet de tu música, de tu producto. Al fin y al cabo, ellos serán copartícipes de su creación.

Y su traslado al entorno de relaciones usuario y marca, es superar el paradigma de red social a red colectiva. ¡Vaya!, seguro que habéis pensado que escribo esto bajo los efectos de algún alucinógeno, y nada más lejos de la realidad.

Como un reflejo del zeitgeist del momento, las redes sociales presentan cierto grado apático y, a pesar de una innegable vertebración en clave funcional (demográfica, estatus socioeconómico,,...). los niveles de participación, interactuación, y correlación de bucles sinérgicos (¡toma ya, qué bonito!), sigue siendo exigua. O al menos, siempre debe ser así percibido por el Social Media Strategist de la empresa.

El contenido es el Rey, ya lo sabemos. Pero el gran reto de la empresa, además de genera leads potentes, es integrar a su comunidad en un efectivo esquema de comunicación. El clásico guión destinado a convertir los seguidores en devotos. Y que se hinchen a comprar vuestro producto, faltaría más.

Conversar Colaborar Compartir = Fórmula de la Coca Cola

¡Eh, no, se me ha colado un spoiler! Aquí va la buena:

Conversar Colaborar Compartir = Red Colectiva

Pasemos de la red social a la red colectiva. Y aquí, me callo, y doy paso a un extracto de Wikipedia referido a grupos coordinados y competentes en un ejercicio permanente de desarrollo, y me diréis si lo que utilizamos a diario son redes sociales o redes colectivas. Todavía nos queda para alcanzar la segunda cima.

"La inteligencia colectiva es una inteligencia distribuida en todas partes, omnipresente, ubicua, incesantemente valorizada, coordinada en tiempo real, resultante de una movilización efectiva de competencias. Nadie sabe todo, todos sabemos alguna cosa: todo saber está en la conjunción. Se trata de agregarlo, transformarlo, hacerlo a medida (personalizarlo) y tornarlo propio, interactuando en el mismo entorno virtual de conocimientos."

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