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Las redes sociales son hoy en día un lugar de cita obligada para las marcas, de las cuales necesitan sacar provecho. Bien es cierto que no se pueden considerar un canal de ventas, aunque tampoco es menos cierto que un 5% de los consumidores en Estados Unidos ya ha comprado alguna vez a partir de acciones centradas en estos canales 2.0.
El informe de Harris Poll para DigitasLBi intenta poner de manifiesto las ventajas de utilizar las redes sociales a modo de plataforma para impulsar las ventas. Según sus conclusiones, existen condicionantes que todavía frenan la adopción de los medios 2.0 como lugar de compras.
La seguridad es la principal. El 42% de los consumidores necesita tener la certeza de que el tratamiento de su información, así como la transacción bancaria, no van a verse comprometidos.
Otro aspecto referente a la seguridad y privacidad es la necesidad por parte de los clientes de que su compra no va a trascender más allá del ámbito personal. El 38% no se mostró en absoluto dispuesto a que se compartiera el hecho de que haya comprado cualquier cosa.
Por su parte, un 33% de los consumidores sí se mostró dispuesto a considerar la idoneidad de las redes sociales para adquirir productos de bajo importe, no más de 25$. El precio es un factor muy importante para el 54% de los encuestados, y determinante para fomentar la decisión de compra.
Las ventajas en términos económicos son tan relevantes que, dejado al margen la preocupación por la privacidad y el respeto a comprar a través de los Social media, un 26% de os clientes utilizaría un hashtag si con ello obtuviera algún tipo de descuento en esu compra.
Para que estas transacciones lleguen a buen puerto, es necesario allanar el terreno para los compradores. El 26% desearía comprar con un solo clic, sin la necesidad siquiera de abandonar su entorno 2.0 para formalizar el pedido. Un deseo que ya es posible realizar, gracias a Twitter y su nuevo botón "Buy Now".
Las compras sociales se resisten a despegar, pero sí hemos avanzado en cuanto a la predisposición de los consumidores. El 26% ya se está planteando esta posibilidad. Las empresas son quienes tienen en su mano la responsabilidad de ser consecuentes con todo lo que supone hacer estas transacciones vía redes sociales, así como de proporcionar una experiencia de usuario tan sumamente positiva que fomente esta conducta.
