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Cuantas veces (y más en estos tiempos) oímos la ya célebre frase "estamos en crisis y hay que reducir gastos".
Cuando el Director de Marketing oye esto, se echa a temblar, todos sabemos que normalmente el departamento de marketing es el primero en salir perjudicado. "En tiempos de crisis hacer Marketing es un lujo"-, ese es uno de los tópicos y frases hechas que se utilizan para reducir los presupuestos de cualquier departamento de marketing en las empresas; Y reducir gastos está muy bien, pero tenemos que ir más allá,.., las estrategias de una compañía no deben ser un hecho aislado del comité de dirección ni del propio departamento de marketing, toda la organización debe estar orientada a conseguirlas aunque estas supongan una reducción de los presupuestos.
La imaginación nos ayudará a sacar partido de una manera eficiente del presupuesto (grande o pequeño) que tengamos, pero el resto, sin duda, es una cuestión de actitud. Marketing no es un hecho aislado, es parte de la filosofía de la empresa (como un todo y como parte específica e individualizada de cada miembro), si tenemos una estrategia perfecta pero solo los departamentos de marketing o comercial están orientados al cliente, la organización no funciona - (¿alguien se puede imaginar un coche donde el volante marque una dirección y las ruedas giren en la contraria?)-, la empresa perderá credibilidad y la estrategia no será efectiva.
Es fundamental que todos los miembros de la organización estén implicados con el proyecto, por lo que la "actitud marketiniana" debe ser parte de todos.
Marketing no es generar necesidades, es básicamente buscar la manera óptima de encontrar las existentes y satisfacerlas. Marketing es un elevado porcentaje de análisis y en menor medida creatividad (aunque en estos tiempos este porcentaje ha crecido mucho).
Al tener que generar crecimiento, recortar los presupuestos de marketing pensando que no aportan es un error, el departamento de marketing es junto con el de I+D y ventas, el único que produce crecimiento e ingresos, el resto son centros de coste.
La tendencia es dejar de invertir en aquello que genera crecimiento pensando que una vez realizado el primer esfuerzo, las cosas se hacen y fructifican solas, y aunque estoy completamente de acuerdo en que es fundamental la imaginación para encontrar soluciones económicas, marketing sin duda es una cuestión de actitud empresarial.
Debemos permanecer en la mente de nuestros clientes por ser diferentes y resolver sus necesidades, ser el más barato no siempre es ser el mejor.
En definitiva: Debemos evolucionar como organización, marketing es tener imaginación y una actitud adecuada en toda la empresa.
