Opinión Marketing

Marketing Biométrico: Experiencias de un cliente realmente único

Julio Verne, Minority Report y el Ultramarino de mi barrio

No podía imaginar que 3 conceptos tan alejados entre sí como las obras del genial escritor Julio Verne, la película “Minority Report”, y el Ultramarino de mi barrio pudieran estar tan conectados entre sí.

Como todo joven nacido en una época “sin-consolas” desarrollé el gusto por vivir aventuras a través de la imaginación con novelas como las del escritor Julio Verne. Donde los mundos nos retaban con escenarios irreales, maquinas imposibles y relaciones nada convencionales. Por eso, cuando en 2002 vi en el cine “Minority Report” no pude por menos que comentar a familiares y amigos que “algún día” nuestro mundo sería como el que nos planteaba la película. Un mundo excesivamente intervencionista, sí, pero con una tecnología aplicada a la vida real perfectamente plausible.

Pues bien, parte de ese futuro ya está aquí, y ha venido para quedarse en el Ultramarinos de mi barrio. Un mundo nada irreal en el que cualquier punto de venta pueda llegar a conocernos de forma automática e inequívoca nada más vernos, oírnos o sentirnos.

Estoy seguro que muchos de mis colegas llevan años incorporando a su léxico profesional “nuevos adjetivos” al sustantivo MARKETING. Hemos aprendido a definir, usar y explicar términos como Marketing Directo, Online, de Guerrilla o Experiencial o Neuromarketing.

Yo hoy vengo a incorporar uno nuevo, MARKETING BIOMÉTRICO.

La Biometría, es una técnica de reconocimiento de personas basada en sus características fisiológicas o de comportamiento. Práctica conocida ya en la China del Siglo XIV, que empezó a consolidarse a partir del Siglo XIX en sectores como la defensa o la seguridad. Hoy es un sector altamente tecnológico en plena expansión. Como ejemplo, los dispositivos móviles ya usan sensores biométricos como son la cámara y la huella dactilar, para interactuar con nuestro entorno.

Volviendo a nuestra película, en Minority Report se mostraba un mundo comercial en el que los Retailers “reconocían” a Tom Cruise por la calle o al entrar en una tienda, aprovechando ese momento para recordarle sus compras o incitarle a consumir. Imaginativo, ¿No creéis?

Pero ese futuro, hoy ya es una realidad que debemos conocer.

Un escenario real en el que como consumidores realmente UNICOS, podremos interactuar con las empresas y negocios, sólo por el hecho de SER, y no tanto por LLEVAR algo o SABER alguna palabra o contraseña.

Ya nos anticipaba Phillip Kotler en el Foro Mundial de Marketing de 2011 que “las mejores empresas son aquellas que están orientadas hacia las personas”. Las personas conforman grupos o tribus de opinión, recomiendan lo que les convence y satisface, y quieren formar parte de la creación conjunta del producto o servicio.

Pero no nos engañemos, esas personas somos todos y cada uno de nosotros, que nos relacionamos socialmente a través de diferentes plataformas, buscando finalmente ser RECONOCIDOS por nuestros seres queridos, familiares, amigos, compañeros, competidores, y en general, nuestro entorno.

Pero, ¿No es verdad que el Ultramarino de mi barrio lleva años aplicando esta técnica? A todos nos “reconoce” el frutero, el carnicero, el relojero o el camarero cuando entramos en su local, ¿Conocen ellos la Biometría? La respuesta es sencilla, Sí.

Conocen a su CLIENTE, porque conocen su cara, reconocen su voz, saben de sus gustos, hábitos y costumbres. Entonces, ¿Cómo podemos extrapolar esa experiencia a todo tipo de tienda y todo tipo de entorno? Aquí la respuesta es menos sencilla, pero podemos afirmar que el medio es el Marketing y la técnica la Biometría.

Entonces, ¿Cómo podemos definir el Marketing Biométrico?. Sería la práctica del marketing que me permite identificar de forma inequívoca al cliente target de forma anticipada. Una estrategia que incrementa el conocimiento y segmentación de la base de datos, y mejora la eficacia/ROI de las acciones tácticas, haciéndolas realmente UNICAS.

Pero, ¿Qué tipo de acciones podemos hacer?, ¿Esto ya se hace? De nuevo la respuesta es, SÍ.

¿Sería posible que una tienda de moda pudiera recopilar y gestionar en tiempo real la edad, sexo, raza, estado de ánimo, tiempo de espera e interés de un potencial cliente? Y hacer todo esto sin necesidad de utilizar ningún recurso humano, encuestador o cámara convencional de seguridad. La respuesta es, SÍ.

Se presentó hace algún tiempo en la Fashion Week de Milán, una iniciativa de colaboración entre IBM y una empresa de maniquíes, por la que se podía gestionar el reconocimiento facial de un potencial cliente ante un escaparate de una tienda de moda, capturado a través de las cámaras colocadas en las pupilas del maniquí al que mira el cliente, sus patrones biométricos, generando en tiempo real su perfil de cliente.

Por lo tanto, “este futuro es de ayer”, así que yo por si acaso no dejaré de fijarme la próxima vez que vaya al Ultramarino de mi barrio, por si alguien me observa.

Más Leídos
Semanal
Mensual
Anual
Contenidos Patrocinados
ADS
Promocionados