Opinión Marketing

Marketing 3.0: Es hora de hacer un cambio

Está en boca de todos lo difícil que resulta llegar al consumidor final día tras día, se acusa a la globalización como causa de la crisis, en los últimos tiempos se ha padecido la mayor recesión económica y con esto empieza una evolución de conceptos en la visión de marketing. Esto significa que las empresas y los expertos en mercadotecnia tendrán que trabajar más que nunca para conseguir que los consumidores compren sus productos y servicios.

La puerta a una nueva era de adaptación queda abierta.

Antiguamente la principal misión del marketing era generar demanda de los productos enfocados a la captación, satisfacción y fidelización con el cliente

La nueva era tecnológica facilita una difusión de la información que permite a los consumidores colaborar en la creación de valor, con lo que cuando el consumidor de hoy ve una marca, puede juzgar inmediatamente, y sin duda lo hace, son plenamente conscientes de la supremacía e influencia que ahora pueden ejercer al contar con innumerables canales en la Red para manifestar de forma pública y abierta sus opiniones y recomendaciones, así como sus quejas y malas experiencias. Ahora el público exige que las marcas a las que hace partícipes de su día a día merezcan el dinero que con tanto esfuerzo le ha costado ganar. Ya no cabe la posibilidad del "maquillaje"; esto ha hecho que nos replanteemos el modo de gestionar nuestro producto, cliente y marca.

Cambia la manera en que el ser humano percibe sus deseos y carencias, los consumidores ya no buscan sólo productos y servicios que satisfagan sus necesidades, sino que solicitan además, experiencias y modelos de negocio que desarrollan su faceta emocional, sienten una necesidad de escapar de la inercia. De esta manera nace el Marketing 3.0, con una cultura de colaboración y creatividad.

Ahora la aportación de significado es la proposición de valor de futuro del marketing.

Es en esta situación es cuando la empresa juega un papel importante, debemos ser capaces de conectar con las personas y para ello, la marca debe desarrollar su auténtico ADN corporativo, para reflejar su identidad y desarrollar la personalidad. Conseguir diferenciarse ya es suficientemente difícil para las empresas, más interactuar con el cliente para desarrollar productos en conjunto que marcarán la diferenciación frente a nuestra competencia. Debemos definir nuestra misión, visión, valores y cultura para ganar reputación y marcar una diferencia. Hay que descifrar la regla de nuestros consumidores para acercarse como seres humanos a ellos, con mente, corazón y alma, esto es lo primordial en esta nueva era de participación y creatividad, sin embargo, vemos muchas empresas, que se limitan a incluir valores, sin llevarlos luego a la práctica en sus operaciones, estas están conducidas a caer en la monotonía, por lo tanto, en el olvido.

El comportamiento diario de la empresa debe reflejar los valores y en su continuidad la compenetración y comportamiento de los empleados que deben estar vinculados con ella, actuando así, de embajadores para transmitir la misión de la marca de una empresa al consumidor final. Como empresa, debemos entender quiénes somos y porqué estamos en este sector del mercado, ver más allá de solamente los objetivos materiales, definir y visionar quienes queremos llegar a ser. Una buena misión puede trasformar la vida de los consumidores, para llevarla a cabo es necesaria la participación, por lo tanto, es crucial concederles poder, para que interactúen y lleguen a formar parte del mismo equipo de la marca.

Tal y como cita C.K Prahalad, es el momento de la creación en colaboración, las nuevas formas de crear productos y experiencias a través de la colaboración entre empresas, consumidores, proveedores y colaboradores interconectados. El resultado financiero llega después como recompensa.

Esta circunstancia económica nos ha llevado a buscar más allá que aquello que pueda comprar el dinero, buscar el sentido, la felicidad y la realización; porque se está tomando conciencia en la sociedad de que haciendo las cosas de igual manera que siempre, se obtienen los mismo resultados y hay una necesidad y actitud encaminada a cambiar las cosas.; para ello como negocio debemos ser camaleónicos adaptándonos a la nueva demanda, a un futuro que ya está aquí.

Las grandes marcas ya han empezado su camino, ¿vas a quedarte atrás ?

Se suele decir no hay mal, que por bien no venga, y Albert Einstein lo tenía muy claro; no pretendamos que las cosas cambien si siempre hacemos lo mismo. La crisis es la mejor bendición que puede suceder a personas y países, porque la crisis trae progresos. La creatividad nace de la angustia como el día de la noche oscura. Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias.

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