Artículo Marketing

5 técnicas de marketing que deberían abandonarse pero que seguirán siendo practicadas

Por Redacción - 20 Octubre 2014

El paso del tiempo suele tener - o al menos eso es lo que se espera - un efecto darwiniano, por así decirlo, en las prácticas empresariales. Las más malas acaban desapareciendo, puesto que los responsables de las empresas se dan cuenta de que realmente no funcionan. Es eso o conseguir cansar tanto a los pobres consumidores con técnicas y aproximaciones erróneas que al final las propias quejas de los clientes hace que las compañías renuncien a ellas.

Pero, ahora que se acerca el cierre de 2014 (ya hemos entrado en el último trimestre del año, cuando en realidad para las empresas ya está todo el pescado vendido), es el momento de ver qué se está haciendo y si las peores prácticas con las que se empezó el año han tenido o no su justo merecido con el paso de los meses. Desgraciadamente, y como demuestra el ranking de malas prácticas que han elaborado en Hubspot, 2014 se cerrará con las empresas confiando todavía en determinadas técnicas de marketing que están más que gastadas y agotadas pero por las que siguen apostando. La gran esperanza es que en 2015 sí las abandonen.

La cantidad sobre la calidad

Ya lo dice el refranero: lo bueno, si breve, dos veces bueno. El mundo del marketing no parece sin embargo muy receptivo a la hora de entenderlo. Siguen primando peticiones como las de cumplir con un mínimo de actualizaciones al día en redes sociales, la búsqueda de tener X blogs (en lugar de uno con contenidos interesantes de calidad) y las notas de prensa se siguen vendiendo al peso.

En Hubspot se preguntan quién habrá sido esa primera persona que fijó las cantidades mínimas para ser considerado óptimo por las empresas (y ponen como ejemplo de lo que un buen contenido puede hacer por una empresa con una de sus actualizaciones de blog que consiguió 76 leads de calidad en una única semana). Para 2015, esperan que las marcas se lancen a eliminar esos mínimos por cantidades para centrarse en la calidad de la comunicación que mantienen con los consumidores.

Inbound marketing impersonal

El inbound marketing es una de las tendencias que más de moda están entre las empresas y una de las que consiguen mejores resultados. Pero para conseguir el éxito hay que optar por contenidos con cierto toque personal y cercano: tiene que demostrar que la marca conoce a su consumidor, que se siente cercano a ellos y que sabe cómo hablarle. Una pata muy importante es el contenido que se publica en redes sociales, por ejemplo, y para conseguir triunfar en ese nicho hay que salir de ser únicamente una empresa y convertirse en un amigo para el consumidor.

El problema, según el análisis de Hubspot, es que no todas las marcas han conseguido eso. Muchas compañías siguen entendiendo el inbound marketing como una prolongación más de sus anuncios y de su estrategia de siempre. Así, por ejemplo, están todos esos blogs llenos de post de promoción o esos perfiles sociales en los que solo hablan de ellos mismos, sin darse cuenta de que para el consumidor todo eso será spam. Recomiendan dejar de confiar en el azar y en lo aleatorio para triunfar y centrarse de una vez por todas en el consumidor y en lo que a él le interesa e importa.

El más barato no es el mejor

Y en el mundo de los contenidos todo el mundo piensa que al final producirlos es simplemente sentarse delante de un teclado y aporrear unas cuantas teclas. Cualquiera puede hacerlo, es la idea que muchas empresas aún tienen. Un mono con platillos podría producir un contenido. Pues, a pesar de que hay quien sigue creyéndolo, eso no es verdad. No todo el mundo es capaz de hacerlo y sobre todo no todo el mundo es capaz de hacerlo bien.

Las empresas están optando por hacer outsourcing de la producción de contenidos a aquellos lugares en los que los encuentran más baratos. "Deja de contratar tu contenido en sites y marketplaces baratos y empieza a pagar por menos contenido pero con un impacto mayor y una calidad superior", advierten. Entender de qué se está hablando lleva su tiempo, tanto como saber escribir sobre lo que se está haciendo y hacerlo bien. Las empresas tienen que entender que eso hay que pagarlo.

Las redes sociales funcionan como autómatas

La automatización no funciona en redes sociales: si una marca quiere mostrarse cercana a sus consumidores no puede confiar en los mensajes que llegan a ellos sin control. Como recuerdan en Hubspot, programar no siempre está mal? pero no puede ser la única manera en la que las marcas mantienen actualizados sus perfiles en redes sociales. Las marcas no pueden estar únicamente emitiendo mensajes, tienen que seguir la actualidad e integrarse en el flujo de la conversación social. Y para hacer eso es imprescindible hacer retuits, compartir lo que hacen los demás o hablar con los demás usuarios. No vale con poner un par de cosas cada cierto tiempo.

Publicar lo mismo en todas las redes sociales

Cada red social es diferente y los usuarios que las emplean buscan en ellas cosas totalmente distintas. No es lo mismo Twitter que Facebook, no es lo mismo Pinterest que LinkedIn. E igual que una persona no se viste igual para ir a trabajar, para ir a la playa o para ir a una boda, no se puede acudir a todas las redes sociales con las mismas cosas. Como alertan, las aplicaciones y herramientas que cogen el mismo mensaje y lo publican igual en todas las redes sociales "están acabadas".

Las empresas deben escribir mensajes y elegir contenidos de forma específica. Cada red social merece atención y cada una de ellas merece mensajes creados a medida para ellas.

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