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Señoras, señores, cuatro minutos de Publicidad!. Así daba paso Jordi González a uno de los espacios publicitarios de "El Gran debate", elnuevo programa de Telecinco que reemplaza el anterior late-night show "La Noria", tras el debate generado con la polémica entrevista realizada a la Madre de "El cuco", uno de los implicados en la desaparición de Marta del Castillo, y que puso contra las cuerdas toda la maquinaria de mercadotecnia del programa y la reputación de la propia cadena televisiva.
Lo más críticos hancalificado este nuevo movimiento estratégico como un auténticolavado de imagen o lo que es lo mismo "uncollar diferente para un mismo perro". Esto es entendible por que a pesar de aparentar ser un nuevo espacio de entretenimiento nocturno con nuevo decorado, sus protagonistas habituales siguen siendo los mismos. Empezando claro está por su popular presentador Jordi González, quién también ha sido objeto de diferentes ataques y polémicas a través de las redes sociales.
Como se pudo comprobar, esta vez de nuevo las grandes marcas y anunciantes vuelven una vez más a depositar su confianza en la cadena y este nuevo programa, tras la estampida en masa de la gran mayoría de anunciantes de "La Noria". Bien por miedo a ser el blanco de las mas duras críticaso por temor aque fuera desencadenada una crisis de reputación que las afectarade forma directa. La realidad es que nuevamente están aquí, mostrando su apoyo y la apuesta segura por un prime time del sábadocon gran audiencia televisiva.
Sin embargo, tras este primer programa de "El Gran debate" producido por La fábrica de la tele (la misma productora que La noria y Sálvame), la opinión más extendida a través de las redes sociales refleja claramente un descontento generalizado y muchas críticas negativas que se referían al propio programa como“La Noria maquillada” o “Noria disfrazada”. Exacto, así parecey lo que es más importante, así es!Tan sólo un cambio de nombre y un nuevo ambiente. Todo un remake como dirían los aficionados al cine.
Pero el trasfondo del asunto puede llevarnos mucho más allá. Cometidos y asumidos los errores del pasado, quizás fuera esta la manera más conveniente de volver a empezar. Nadie esperaba un programa presentado por Jesús Hermida o Teresa Rabal ¿Verdad?
Estrategia televisiva o aun más, Puro Marketing!. Pero la imagen merece la pena sea recordada. Señoras, señores, cuatro minutos de Publicidad!. Jordi González soltaba tal exclamación como dando un golpe en la boca a quienes han pretendido boicotear sus ambiciones profesionales.Y pienso yo que a más de uno el gesto le habrá dolido. Sobre todo por que tras una larga historia de polémicas, críticas ydebates de valores, oportunismo e hipocresía, las marcas han vuelto para ocupar el lugar que les corresponde.
Algunos sitios web como Vertele, así lo ponen de manifiesto. El gran debate" convence a las marcas pero no a los internautas en su estreno, destacando además que "Cambiarle el nombre a un programa para volver a tener publicidad es cutre, pero eficaz".
Los usuarios de internet e internautas han manifestado su clara posición y opinión. Sin embargo, la audiencia televisivauna vez más ha desmostrado ser fiel por cualesquiera sean los motivos que eligen Telecinco durante la noche del Sábado. Ellos están ahí! Y es que ante esta evidencia tenemos que rendirnos y entender, que la televisión aun más social que nunca, sigue siendo para los espectadores de toda la vida, y que curiosamente disponen de una gran variedad de alternativas y propuestas televisivas. ¿Por qué ahora Telencico tendría que dar a la audiencia otra cosa que no fuera lo que demanda o con certeza sabe que no funcionaría? Ahí están los datos de audiencia. Y sobre todo, ¿por qué unahacer crítica negativa del formato o contenido cuando uno no se siente partede esta audiencia?
Algunos expertos consideran que muchas de las reacciones están infundidas por cuestiones dispares como ideales políticos, "odioprogramado" e incluso tendencia social, etc... Vale que se defiendan valores, que se reivindique o se critiquelo que pueda considerarse poco ético o moral, pero no es tampoco justo de que a través de las redes sociales se pretenda actuar como un grupo de presión organizado contra la decisión libre de la audiencia televisiva.Seamos coherentes ¿no lo creen así?
