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Por Redacción - 17 Mayo 2012
Sin lugar a dudas, el mayor beneficio y el mayor bien de una empresa no es el edificio donde se encuentra su sede, ni el capital económico que posea.
Su bien más importante son intangibles y humanos, son sus trabajadores.
El trabajador de una compañía es quien realiza el trabajo, quien saca adelante a la empresa, y es fundamental no olvidar que sin trabajadores, no podrían existir ni beneficios ni jefes ni productos.
El valor del trabajador va más allá de lo económico, puesto que el profesional es quien presta a la compañía su inteligencia y todas sus capacidades, dirigiendo absolutamente todas sus fuerzas a la consecución de un bien común: el logro de los objetivos marcados.
Es el trabajador quien diseña la estrategia a seguir, quien ejecuta las acciones a realizar. El profesional es el que no sólo le presta sus capacidades físicas, sino las intelectuales, siendo él el que resuelve todos los problemas de la empresa.
Como decimos, sin trabajador no existiría empresa, ni grande ni pequeña, no existiría la competencia ni los beneficios.
Tenemos que cuidar de que los trabajadores tengan las mejores condiciones laborales posibles.
En cualquier sector empresarial es muy importante, a la hora de realizar un trabajo, que la persona que se encargue de realizar una labor determinada esté perfectamente preparado y capacitado para ello, y las empresas, en cierto modo, deben ser quienes proporcionen al trabajador la formación necesaria para ello, de manera que, sobre todo, en sectores relacionados con lo tecnológico en cualquiera de sus vertientes, estén actualizados en todo momento.
La formación continua es una garantía de que los empleados van a estar bien formados, conociendo bien las últimas novedades de su sector y pudiéndolas aplicar en su ámbito. Tal y como afirma el título del post, la formación de nuestros trabajadores es un valor seguro, y hará que nuestra empresa siga mejorando.
La mejora de nuestros empleados revierte de forma directa en la empresa, puesto que, cuanto mejores competencias y habilidades desarrollen los trabajadores, mejores servicios ofrecerá la empresa, y, por lo tanto, obtendremos mayores beneficios, tanto económicos como en lo que a la imagen de nuestra marca se refiere. Lo individual influye a lo colectivo. La suma de grandes profesionales bajo una misma marca forman una gran marca.
¿Y tú, qué opinas? ¿Es bueno que una empresa proporcione formación de calidad a sus empleados?
