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Por Redacción - 19 Febrero 2013
La economía española está sufriendo una importante recesión que ya algunos empiezan a considerar depresión. Economías como la norteamericana o británica se enfrentan a muchos años de crecimientos bajos, probablemente menores del 2%. Esos bajos porcentajes ponen una importante presión en las empresas para que sus presupuestos de marketing y publicidad maximicen su retorno.
La previsión, según un nuevo estudio de la consultora WPP distribuido en esta semana, las presiones sobre las economías desarrolladas están contribuyendo a hacer caer la productividad y reducir márgenes, que a su vez empujará la demanda hacia abajo y reducirá las inversiones.
Entre los factores que están contribuyendo a este crecimiento reducido se encuentran el envejecimiento de la sociedad, el cambio a largo plazo hacia los servicios, el aumento de los precios de la energía, los altos niveles de deuda privada de los consumidores, así como la creciente desigualdad social.
Pero quizás el elemento más sorprendente citado en el informe es el crecimiento de la tecnología digital que ha despojado de valor a muchos de los negocios. Uno de los efectos de la economía digital es que “ha expuesto a las economías nacionales a una mayor competencia que nunca antes”, se dice en el informe. Esto ha llevado a su vez, a causar estragos en muchos de los salarios medios y en los puestos de trabajo intermedios.
La tecnología digital ha sido reconocida por el estímulo que ha supuesto para la innovación, y que puede contribuir a derivar mano de obra a nuevos sectores productivos de la economía., afirma el informe de WPP. Sin embargo, “es difícil ver en estos momentos dónde se van a crear esos nuevos trabajos”.
