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Como entusiasta de las redes sociales cualquier innovación que se aplique a este campo me atrae y me interesa. Soy de los que no se conforma con poco y analizo prácticamente a diario la evolución de estos canales de social media. Cualquier cambio que se produzca, por pequeño que sea, nos obliga a adaptarnos a las novedades con mayor o menor recelo.
Aquellos que lleven moviéndose por Internet unos cuantos años sabrán que en esto de la red los cambios son constantes, "Un mes en Internet puede equivaler a un año en cualquier otro área". El concepto de tradición es difícilmente aplicable en este entorno cambiante que evoluciona a pasos de gigante. Estoy seguro de que si permanecemos desconectados totalmente de la red durante un tiempo, tendremos que volver a realizar un proceso de adaptación.
El caso es que algunas mentes inquietas no comprenden este proceso de adaptación que está afectando a las redes sociales, todavía enmarcadas en sus primeros años de existencia. Una encuesta realizada por The Creative Group determina que el 65 por ciento de los anunciantes encuestados se está mareando con tantos cambios en las redes sociales. En cierto modo, no me extraña.
La misma Facebook ha alterado su estructura infinidad de ocasiones en estos años de existencia, cambiado su modelo publicitario y modificado el sistema de venta de anuncios. El caso de Twitter, que comenzó como herramienta ajena a la publicidad, también acentúa la constante evolución de estas plataformas 2.0 que deben adaptarse a las exigencias del mercado.
El problema es cuando estas exigencias del mercado traducidas en publicidad online tradicional no encajan en la fórmula 2.0 ¿Qué sucede? Que se deben buscar otras vías de promoción, como en su día hizo Facebook y en la actualidad está haciendo Twitter. Y esto requiere cierta paciencia, algo que al parecer los grandes jefes de las agencias no desprenden en exceso.
La propia Google desde que nació hasta que encontró su modelo de negocio de forma clara tardó varios años.
Todavía estamos en pañales en el negocio de la publicidad en los nuevos medios sociales. A pesar de todo, Facebook supera los 500 millones de usuarios registrados en todo el mundo -y subiendo- y Twitter es la plataforma de microblogging de referencia en todo el mundo, el mercado publicitario tiene que comprender que no son más que niños que están a punto de alcanzar la adolescencia prematura. Poco a poco, despacito y con buena letra, conseguiremos encontrar la forma de poner de acuerdo a anunciantes y a la Web 2.0.
