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Por Redacción - 9 Febrero 2011
Fueron los años 90 y principios de la década del 2000 cuando muchas marcas se lanzaron a la aventura de los negocios online. Los especialistas encargados de los análisis auguraban un futuro esplendoroso para las “punto com” debido a las grandes proyecciones en términos de crecimiento y expansión.
Una historia antigua sin duda que nos sitúa en una crisis, la famosa “crisis de las punto com” que dejó a muchas marcas damnificadas en el camino y que supuso -como cada crisis- un punto de inflexión tanto en los aprendizajes para el futuro, como en la toma de conciencia con la realidad.
La razón por la que estalló la “crisis de las punto com” es de sobra conocida, ambición, falta de compromiso, ausencia de formación especulación y objetivos basados en el enriquecimiento prematuro, dotaron a la operación de un alto nivel de riesgo que terminó por explotar en las manos de las marcas que veían un nuevo El Dorado en esta forma de ganar dinero.
¿Nos servirá la historia para llamar la atención de las marcas en el nuevo modelo publicitario y de marketing que se impone tras la eclosión de las redes sociales?
Es de esperar que las marcas que se deciden a poner en marcha campañas a través de la Web, sean conscientes que los errores se pagan y que las apuestas deben ser estudiadas, concretas y principalmente comprometidas si se quiere evitar caminar por una senda que ya se sabe hacia donde nos dirige.
Facebook, ¿sería posible una nueva burbuja?
Analizando el éxito de la red social que cuenta con más de un 10% de la población global suscrito y teniendo en cuenta que el valor actual de la red social –según los expertos- superaría los 50 mil millones de dólares, ¿sería posible que Facebook se dejara cegar por el éxito y no fuera capaz de distinguir entre hábitos de consumo reales y modas o tendencias pasajeras? y, de ser así, ¿qué se podría hacer ahora para evitar caer en errores del pasado?
Existen diferencias sustanciales entre la evolución de la red social y los aspectos que derivaron en la crisis de las punto com, ya que con las proyecciones que sitúan a Facebook en los mercados bursátiles durante éste 2011, se abre la caja de Pandora; ¿valdrá realmente lo que se informa la red social?... si el comportamiento de Facebook en los mercados no es lo que se espera, ¿la industria sería capaz de salvarse de una nueva crisis?
Si bien ésta reflexión parece sólo una hipótesis, conviene tener presente que todo dinero que se presta hay que devolverlo y Facebook es un ejemplo que se engloba perfectamente en ésta categoría, pensemos que en Latinoamérica, donde las inversiones en Internet no han hecho más que aumentar, en algún momento requerirán los capitales de vuelta, momento en el que habrá que analizar que tan real es el poder y el peso específico de las empresas que han estado financiando el nuevo modelo.
Vivimos el momento de esplendor de Internet, la rapidez y vertiginosidad con la que se ha producido el crecimiento y la efectividad demostrada por las plataformas en el ámbito de la consolidación del branding y la reputación online, parece haber cegado a quienes analizan el aspecto económico subyacente en el nuevo modelo. Conviene por lo tanto no perder de vista las variables que llevaron a la crisis de las punto com recordando, que únicamente evitando la ambición, la especulación y la impunidad y actuando en pos de los intereses del grupo –entendido como sociedades unidas por intereses y necesidades conjuntas- se logrará salvar el obstáculo del riesgo que acompaña a las sociedades 2.0 en el momento actual.
