Continua Leyendo...
Por Redacción - 14 Febrero 2011
10 años se cumplieron el pasado mes de marzo de 2010 de la burbuja de las “punto com” hoy, poco más de una década después, los rumores sobre la venta de Twitter y la más que segura, salida a bolsa en 2012 de Facebook, nos sitúan ante nuevas burbujas, esta vez 2.0, que subyacen bajo el esplendor y la gloria que acompañan hoy a los medios sociales consolidados como el nuevo El Dorado del online Business.
Facebook tiene previsto comenzar a realizar publicaciones financieras y cotizaciones buscando principalmente, una cartera de accionistas en torno a los 500 durante ese ejercicio.
Logrado este objetivo, la CBV de Estados Unidos solicitará información financiera a sus reguladores, aunque las acciones no estén cotizando en bolsa.
Facebook planea salir a bolsa y esta decisión aumenta la especulación en los mercados financieros, el acuerdo al que ha llegado la empresa para emitir de forma privada acciones a través del grupo Goldman Sachs, desató las alertas sobre si ésta estrategia estaría pensada para evadir la obligación de informar sobre sus cuentas.
La red social ha desmentido categóricamente esta afirmación informando que durante 2012 saldrá definitivamente a bolsa.
No cabe ninguna duda y era completamente previsible que la valoración de la red social seguirá experimentando un crecimiento constante, sin embargo, la especulación subyacente nos lleva a pensar en una nueva burbuja al más puro estilo de las “punto com” y una década después… increíble que del análisis se desprenda la constatación de que la falta de valores lleva una y otra vez a tropezar con la misma piedra.
¿Habrá burbuja?
Éxito, papel determinante en el nuevo modelo de negocios totalmente consolidado, con tráfico en aumento, un éxito de taquilla sin duda, pero las redes sociales aún no se han enfrentado a la valoración del modelo de negocio por el que apostaron. Siendo esto así, ¿por qué se desata una tendencia inversora de tal magnitud?
Goldman Sach entregó a Facebook 500 millones de dólares procedentes de una operación totalmente especulativa, consistente en aumentar la valoración de las acciones en pos de lograr un mejor precio de salida y sin la obligatoriedad de rendir cuentas debido al ámbito privado de la operación.
Recordemos que Groupon, LinkedIn y Twitter, cuentan con cientos de millones depositados desde hace varios meses… ¿estamos ante la segunda burbuja tecnológica?
Los precios sin duda están engordados, son muchas las empresas que sin saber cómo reciben inversiones millonarias… la búsqueda de los mejores márgenes operativos es el negocio de las redes sociales y para ello, jugar privadamente con las inversiones actuales, parece ser su opción. La esencia especulativa es evidente.
La valoración actual de las empresas proviene del esplendor de la especulación y del éxito que las precede, sin embargo fueron muchas las empresas valoradas positivamente en la década de los noventa que, en menos de 12 meses se vinieron abajo.
Facebook rompe con la regla de la valoración-facturación, su valoración sobrepasó en 16 veces la facturación, lo que nos lleva a pensar en una empresa sobrevalorada.
La buena trayectoria de la industria tecnológica, especialmente en un ciclo en el que todas las industrias presentan datos adversos, ha llevado a los inversores a centrar en él sus esperanzas, transformándolas en opciones muy interesantes.
Sin embargo, no todo es adverso y existen grandes diferencias entre la crisis vivida en los años 90 y la posible burbuja 2.0 que se teje en el lado oscuro de las redes sociales.
Internet hoy, ha crecido, ha madurado, la Web 2.0 ha implantado el nuevo marketing y éste es un sector con demanda inelástica.
Las redes sociales son el punto neurálgico de constantes nuevos negocios, es normal que el análisis arroje resultados de sobrevaloración.
La naturaleza totalmente original e innovadora de Facebook lleva a los inversores a confiar en esos modelos de negocios, lo que aumenta siempre la demanda y lleva a la especulación inherente a las pujas.
Como siempre, se trata de destacar las fortalezas y transitar por una crisis global que parece consolidarse como estructural, lo que nos mantiene con la experiencia y los aprendizajes aún frescos.
Es de esperar que Internet, tomado como un conjunto de personas que fomentan el dinamismo, la calidad, la formación y las tendencias…un conjunto de personas que se rigen por la reputación online, sea capaz de evitar los errores del pasado.
