Artículo Comercio electrónico

¿Ha empezado la "uberización" del eCommerce?

Una de las tendencias que se avecinan son las de dejar en manos de particulares, a lo Uber, las entregas en 'última milla'

Por Redacción - 19 Julio 2016

El comercio electrónico ha pasado por muchas evoluciones en los últimos tiempos y ha cambiado de cara en muchas ocasiones para adaptarse a los nuevos tiempos. Así, la irrupción de los dispositivos móviles ha hecho que cada vez aparezcan más formatos de ecommerce y más ventanas de compra. Los consumidores aprovechan cualquier momento "muerto" para cerrar una adquisición y para hacerse con un producto, lo que hace que las oportunidades de venta sean cada vez mayores y que la complejidad de esos procesos sea también cada vez mayor. Las compañías tienen que trabajar con cada vez más variables y tienen que enfrentarse a cada vez más cuestiones que hacen de su trabajo algo cada vez más complicado.

Pero lo cierto es que las compras online no solo se han visto afectadas por los cambios tecnológicos y de consumo, ya que al fin y al cabo esos no son los únicos elementos que funcionan como clave en el ecommerce. Una de las cuestiones cruciales en el ecommerce, y una a la que no siempre se le presta toda la atención que se debería prestar, son las entregas. El proceso de compra no termina en el momento en el que el consumidor le da a cerrar carrito. El proceso de compra solo culmina cuando el consumidor recibe el producto en su casa.

Y, por tanto, las compañías de comercio electrónico tienen que asegurarse de que los consumidores reciben el mejor servicio posible en ese terreno y que las entregas cumplen con sus pautas de calidad. A todo ello hay que sumar otro elemento: los consumidores son cada vez más y más exigentes en lo que a ecommerce se refiere y en lo que toca a exigir a la compañía que los productos lleguen pronto y lo hagan cuando ellos quieren y como ellos quieren. Los consumidores esperan hoy en día que los tiempos de entrega sean cada vez más cortos y que las esperas sean cada vez más limitadas. Quieren el producto y lo quieren ya, o eso es lo que indican todas las encuestas y también todos los movimientos estratégicos de las grandes compañías del sector.

Las firmas, por tanto, están entregadas a una carrera por encontrar las herramientas que hagan que todo fluya mucho más rápido y que los tiempos se reduzcan al mínimo. Ahí están todos esos gigantes que han logrado ya reducir los tiempos de entrega a 24 horas y los que han logrado que las cosas salgan en el mismo día. En algunas grandes ciudades cercanas a sus centros logísticos, las grandes del ecommerce han logrado incluso reducir a cuestión de horas sus procesos de entrega. Y, por otra parte, algunas cadenas de supermercados que han creado su tienda online permiten comprar para el mismo día y casi para la hora siguiente, aprovechando el hecho de que tienen una cadena de supermercados física que apoya sus actividades.

En la carrera por ser más rápidos y más eficientes, las marcas están probando prácticamente cualquier cosa y se están inspirando en muchas y muy variadas herramientas. El boom de Uber en los últimos años (el servicio de transporte que permite viajar en coches de particulares) ha hecho que su modelo se haya convertido en una especie de modelo a copiar y a seguir por muchos más negocios y en muchos más escenarios. Y algunos analistas creen incluso que podría llegar al ecommerce.

La uberización del ecommerce

Los expertos empiezan a hablar ya de la uberización (el término con el que se podría adaptar al castellano el uberisation que se emplea en inglés) del ecommerce. La tendencia se aplica justo en ese momento en el que los comercios electrónicos tienen muchos más problemas, que es el de la entrega y sobre todo el de la entrega rápida. La uberización llega a la última milla, el último kilómetro, y puede ser clave para reducir costes y añadir dinamismo. Según explicaba recientemente Lim Yun Fong, de la Singapore Management University, en un análisis sobre los cambios que está viviendo el retail, está es la "tendencia reciente". "Los vendedores mandan los bienes a los centros, publica las necesidades de entrega en sites y apps y gente como estudiantes o jubilados entregan esos productos con un pequeño coste", explica. "Esto reduce significativamente el coste para las compañías", añadía.

La idea no es, además, solo una teoría. Una firma en Japón ya lo hace en una ciudad y otra lo hace en Francia. En el caso de la compañía francesa, La Petite Reine, lo hacen añadiendo una capa más de servicios: sus envíos se gestionan de forma eficiente y verde.

Sea como sea, los beneficios para las empresas son claros, o al menos los beneficios que esperan de este tipo de servicios. Los procesos de entrega les saldrán a mejor precio, contarán con una amplia masa de repartidores a la que podrán siempre echar mano y, sobre todo, conseguirán que los paquetes se estén moviendo todo el tiempo y en todo momento creando así un mayor dinamismo y logrando una mayor agilidad en la entrega. Y el proceso puede ir además creciendo y puede ir en aumento constante. Un estudio reciente sobre el mercado francés preguntaba por cuáles creían que habían sido los sectores más afectados por la uberización a los consumidores. Un 81% hablaba del transporte, que se ponía en cabeza, seguido por los hoteles (57%) y el retail (42%).

Las grandes compañías de logística que se encargan de entregar las compras de ecommerce recuerdan, sin embargo, que uberizar el mercado no es tan fácil ni sencillo. Detrás de la logística de las entregas, apuntan, hay un gran trabajo para encontrar las mejores rutas, las mejores prácticas y las mejores herramientas para ser realmente rápidos en los procesos, algo que no se puede hacer de un modo "amateur".

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