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Por Redacción - 2 Agosto 2016
El horizonte a corto plazo se ve con algo más de optimismo para los españoles, un factor que ayuda a que su confianza para consumir se incremente en seis puntos en el segundo trimestre del año, según el último Estudio Global de Confianza de los Consumidores elaborado por la consultora Nielsen. Así, la confianza del consumidor se sitúa en 80 puntos, ligeramente por encima de la media europea (79 puntos).
Si bien este análisis se realizó a un mes de la celebración de las elecciones generales del 26J y sin estar el Brexit aún de actualidad, el estudio muestra una tendencia al alza en las expectativas de los consumidores sobre la situación del empleo y de sus finanzas personales para los próximos doce meses. Una percepción, además, alineada con las previsiones de crecimiento de entidades como Funcas, que prevé que la economía española crezca un 3% este año. Y en ello tiene mucho que ver la mejora del consumo interno, en tanto las ventas del comercio minorista a partir de datos del INE crecieron solo en junio un 6% con respecto al mismo mes del año anterior.
La situación laboral a corto plazo se prevé para uno de cada cuatro como buena o excelente, una expectativa que no era así desde el verano del año pasado. Lo mismo sucede con el estado de las finanzas personales a un año vista, que serán como mínimo buenas para un 41% de españoles, un dato para el que hay que remontarse para ver uno similar hasta el tercer trimestre de 2015.
De esta manera, si el empleo y la cuenta corriente en los hogares afrontan los próximos meses con más optimismo, son más las personas que consideran que es un buen momento para comprar todo aquello que necesitan, tal como afirma un 38% cuando en trimestres anteriores este índice rondaba el 30%.
Sin embargo, aunque las perspectivas a corto plazo de los consumidores "pinten" mejor, lo cierto es que en España la preocupación número uno sigue siendo la economía, tal como cita un 35%. En cambio, en Europa, si bien la economía también preocupa, la lista de incertidumbres la encabeza el terrorismo (24% de media en el conjunto europeo).
En España, por el contrario, antes que el terrorismo, hay otros aspectos que preocupan más además de la economía, como la seguridad laboral (28%) y la salud (23%).
No obstante, a medida que la economía mejore, los españoles tienen pensado flexibilizar sus medidas de ahorro en el hogar, especialmente aquellas ligadas con el ocio fuera de casa, uno de los principales recortes de gasto -un 54% lo pone en práctica-, pero solo un 18% seguirá poniendo coto a sus salidas cuando el contexto económico sea más favorable.
En cambio, más de la mitad de los españoles trata de mantener a raya las facturas de la luz y gas, algo que cuatro de cada diez seguirán haciendo aún cuando la economía mejore, lo que indica que ese aprendizaje de ahorro aprendido durante la crisis está llamado a quedarse y algunos hábitos de contracción de gasto se mantendrán en el futuro.
Según el director general de Nielsen Iberia, Gustavo Núñez, "las noticias en torno a la mejora de las cifras de desempleo, crecimiento económico, cifras récord de turismo, etc., ejercen un efecto positivo en los españoles. Si bien cerca de ocho de cada diez consideran que el país sigue en recesión, hay, al menos en este momento, un sensación de mejora de cara al futuro más próximo, de menos incertidumbre y de más confianza, que es el principal motor del consumo".
