Artículo Publicidad

Publicidad televisiva durante el Mundial y los eventos deportivos ¿Donde fueron todos?

Por Redacción - 22 Junio 2010

Es curioso comprobarcomo el medio televisivo sigue jugando uno de los papeles más importante cuando se acontecen los grandes eventos deportivos. Como estamos pudiendo comprobary coincidiendo conalgunos de los grandes eventos del deporte como la Copa Mundial de Fútbol o la reciente Final de la NBA, la televisión sigue marcando nuevas cuotas y records de audiencia.

Este tipo de acontecimientos con los cuales las audiencias se incrementan notablemente también repercuten directamente sobreun mercado publicitario que encuentra en ellos una gran oportunidad de negocio. Las cadenas televisivas aprovechan el tirón, impacto e interés mediático de este tipo de eventospara comercializar los preciados minutos publicitarios que reportan importantes beneficios e ingresos económicos a las televisiones.

Sin embargo, resulta curioso como parados a observar yha analizarlas tendencias de los usuarios y televidentes,los mecanismos y factoresporlos cuales puede regirse y medirse la efectividad de este tipo de publicidad televisiva, pueden llegar aextraer conclusiones evidentes de quelos anunciantes están tirando y malgastando millones de euros apostando por una publicidad que pasa desapercibida y carece de verdadero impacto.

Algunos datos relacionados al respecto indican que durante los espacios publicitarios habituales de la televisión, el 42,31% de los espectadorescambia de canal y 34,62% aprovecha estas pausas para realizar alguna actividad. Porcentajes y datos significativos queaumentan considerablementecuando se trata de anuncios publicitarios que son emitidos durante los descansos de las retransmisiones deportivas.

Durante este tipo de eventos televisados, los espectadores suelen mantener un alto nivel de alerta y concentración, acompañados desentimientos de euforia, nerviosismo, impaciencia, etc. Es decir, un cúmulo de esfuerzos emocionales que mantienen nuestro interés pendiente de lo que está sucediendo en pantalla. Sin embargo, llegada la hora de los anuncios televisivos,nuestro cerebro adopta una postura opuesta para compensar el esfuerzo de atención y emociones experimentas y con ello evadirse momentánea o permanentemente de ese estado de expectación y atención donde además el nivel de recuerdo se reduce drásticamente.

Suele ser habitual que durante este tipo de encuentros, los descansosentre tiempos de juego se conviertan enun momento plácido de relax dondemuchos selevantan delsillón, otros prefieren realizar algún tipode actividad, cambian de canal, realizan alguna llamada telefónica, comentar los goles yjugadas entre grupos de amigose incluso acceder a internet para ampliar información o curiosear entre las reacciones de otros usuarios en los medios sociales.

Comopodemos comprobar, cuando los medios presentansus increíbles cifras de audiencias durante este tipo de eventos,hemos de pararnos a reflexionar y entender que no existe una relación compensada y equilibrada entre la expectación e interés real de esta audiencia y el impacto de la propia publicidad.

Algo que parecen no entender o de lo que"no sequiere"concienciar a los anunciantes que siguen invirtiendo millones de euros en espaciospublicitarios sobrevaloradosdestinados a una audiencia relativa y finalmente ausente.

La publicidad televisiva termina al fin y al cabo siendo como el tópico del parchís, "se comen una y se cuentan 20" y si realmente los anuncios publicitarios hablarán se preguntarían ¿Donde fueron todos?

Más Leídos
Semanal
Mensual
Anual
Contenidos Patrocinados
ADS
Promocionados