Artículo Aplicaciones móviles

WhatsApp llegó para quedarse y para cambiarnos ¿a mejor?

Por Redacción - 1 Julio 2013

Lo que en 2009 comenzó como una sencilla aplicación para enviar mensajes se ha convertido en el sustituto de las llamadas telefónicas. El diario El Mundo informa de que solo el 5% de los jóvenes españoles llama por teléfono para quedar con sus amigos. Para eso ya están el WhatsApp y el resto de servicios de mensajería instantánea. La encuesta publicada por LiveClubs entre 5.000 usuarios demuestra cómo el smartphone ha cambiado la vida de los jóvenes de entre 18 y 30 años.

Y es que el crecimiento de esta aplicación móvil ha sido vertiginoso. The Wall Street Journal anunciaba recientemente que WhatsApp ya tenía más de 250 millones de usuarios activos, lo que supera ampliamente el número de miembros de importantes redes sociales, como Twitter. Además, esta comunidad está próxima a superar a Skype, quien se calcula que cuenta con 280 millones de registros. Los datos ofrecidos por WhatsApp indican además que diariamente se envían 27.000 millones de mensajes, lo que implica que cada usuario envía más de 100 de estos mensajes al día.

Se trata de la primera vez que WhatsApp revelaba un número concreto de usuarios. Ya en la conferencia de All Things Digital, celebrada el pasado mes de abril, su fundador y consejero delegado de la empresa, Jan Koum, anunciaba que esta aplicación había superado en número de usuarios a Twitter, pero no especificaba cantidad alguna, aunque dando por hecho, una cifra superior a los 200 millones que Twitter reconoce oficialmente.

A pesar de las nuevas propuestas y aplicaciones de mensajería similares, ninguna de ellas ha conseguido ni siquiera aproximarse a la cuota de mercado de esta popular aplicación. La nueva reina de la mensajería fue la misma que sentenció a muerte los tradicionales mensajes de texto SMS, cuyo número de envíos siguen reduciéndose a pasos agigantados debido principalmente al uso aplicaciones y servicios de mensajería como WhatsApp.

Pero no solo eso, el auge de los servicios de mensajería instantánea a través de Internet, ha provocado además que solo un 5% de los jóvenes españoles llamen con su teléfono móvil para quedar con sus amigos. La llegada de los teléfonos inteligentes ha modificado los hábitos de los jóvenes ya tan sólo el 5% utiliza las llamadas telefónicas para comunicarse con sus amigos para quedar o hacer planes, en beneficio de aplicaciones como Line o WhatsApp.

Estos nuevos hábitos llegan también acompañados de algunas connotaciones negativas. La Fundación Proyecto Hombre de Valencia, recientemente advertían sobre la incipiente adicción a las nuevas tecnologías destacando el juego «online» y la popular aplicación de mensajería instantánea WhatsApp como algunas de las adicciones principales detectadas, pero que están empezando a afectar principalmente a los más jóvenes.

Sin embargo, más allá de las adicciones, otro de los aspectos relacionados con el uso masivo de este tipo de aplicaciones, es el propio lenguaje utilizado en las conversaciones y heredado de la cultura del SMS. El "pero" pasó a ser un "xo", y el "dsd" quería decir "desde". Con la llegada de esta nueva generación de aplicaciones, los usuarios tienden a fraccionar sus mensajes en varios ítems. "Hola" (intro), "Qué tal?" (intro), "vas a venir esta noche al cine?" (intro). Algo que Robert Barber nos explica de forma excelente en un interesante artículo sobre cómo nuestra forma de comunicarnos ha cambiado a través de este tipo de aplicaciones.

Con otro punto de vista, Carlos García-Hoz, nos hablaba de algunos de los peligros y efectos colaterales de uso extendido de este tipo de aplicaciones, incluso llegando a afirmar que "las redes sociales en combinación con el móvil son un auténtico peligro". "CuandoLa vida es lo que pasa mientras miras el Whatsapp" era el título de este interesante artículo que nos descubre una realidad en la que podemos comprobar los cambios en la forma en que se distancian nuestras relaciones personales en el cara a cara. "Da pena ver a una pareja cenando callados, mirando hacia abajo con la cara rellena por el resplandor blanco de sus pantallas, en lugar de estar charlando y sonriéndose a los ojos". A la mínima estamos sacando la pantalla, buscando un estímulo, una emoción. Un descanso del contacto humano.¿Y qué pasa con nuestra relación con los demás?.

Tampoco han pasado por alto, los usos indebidos de este tipo de aplicaciones para distribuir cierto tipo de contenidos. Recientementeun joven en Vigo era detenidopor enviar por Whatsapp fotos de su exnovia desnuda. Un hecho que no es ni mucho menos un caso aislado y que parece repetirse cada vez más asiduamente sin conocimiento de su repercusión y consecuencias legales.

El último fenómeno detectado relacionado con el uso de este tipo de aplicaciones es el de las relaciones de pareja y el de los celos compulsivos que llevan a“Personas que ya son bastante celosas y controladoras, a usar esta nueva herramienta como una forma para controlar y saber dónde está su pareja en todo momento”. A pesar de no haber datos oficiales ni registrados sobre este tema, en las consultas de psicología se da cada vez más este ‘fenómeno’.

Sin embargo, hay quienes han encontrado este tipo de servicios una herramienta de gran utilidad y con aplicaciones interesantes. Entre las más curiosas, su aplicación en el ámbito del Mobile Learning.Whatsapp ya es una herramienta de enorme penetración, y la mayoría de la gente cuenta con una tarifa de datos. Si le sumamos un grupo de alumnos que están formándose en marketing online, nos encontramos con el caldo de cultivo perfecto para experimentar. Así nos descubría Lolo Rey, esta ingeniosa forma de aprovechar este tipo de aplicaciones aplicadas en el ámbito de la formación, como un canal de comunicación constante entre alumnos y profesorado donde los primeros comparten sus ideas y solicitan tutorías y obtienen respuesta casi al momento.

No es esta la única iniciativa que merece la pena destacar en la adopción de este tipo de aplicaciones. El ejemplo más claro es la iniciativa del servicio de Emergencias del 112 de Andalucía, desde donde se ha introducido el uso del WhatsApp y Line con el objetivo debuscar o hallar personas que estén perdidas o necesiten ser rescatadas en zonas de difícil localización.

Tampoco podemos olvidarnos de mencionar el proyecto de Neomed al que definen como el "WhatsApp de los médicos" con el objetivo de facilitar a médicos y profesionales de la medicinaresolver dudas clínicas a distancia, permitiendo una comunicación fluida entre compañeros de la misma especialidad, algo fundamental para ofrecer la mejor asistencia a los pacientes.

Definitivamente,las aplicaciones de mensajería como WhatsApp,llegaron sin duda para quedarse y para cambiarnos, aunque debemos ser cada uno de nosotros, quienes debamos decidir la mejor forma de utilizar o aprovechar correctamente sus prestaciones y la forma en que pueda resultarnos realmente útil y necesaria en nuestro día a día y hábitos cotidianos.

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