Por Redacción - 4 Diciembre 2019
En la búsqueda por encontrar la red social que cubrirá el vacío que ha dejado el abrupto ocaso del alcance orgánico de Facebook, Instagram se ha convertido en una de las mejores posicionadas. Los resultados son muy positivos y las marcas logran buenos datos (aunque deberían estar ya alerta: los datos muestran que el alcance orgánico empieza a decaer). Sobre todo, Instagram les interesa porque se ha convertido en una especie de escaparate de sus productos, que hace que los consumidores los deseen y los acaben comprando. Las cosas "instagramables" están viviendo ahora mismo su agosto.
Instagram no es ajena a esto e intenta potenciar esta realidad, como tampoco lo son las diferentes industrias que intentan usarla como palanca para llegar a sus consumidores.
El nuevo mercado que está intentando hacer caja con su actividad en Instagram es el mundo del deporte. Hasta ahora, la industria deportiva empleaba Instagram como una herramienta más de marketing deportivo, para crear comunidad y para establecer vínculos con sus fans. La red social reforzaba su imagen de marca y afianzaba sus relaciones con sus seguidores. Ahora, sin embargo, quieren convertirla en una fuente de ingresos extra, en una manera de directamente hacer caja.
Instagram está alentando este movimiento y está intentado motivar a los nombres populares del mundo deportivo a que empleen la red social de este modo. "La de Shopping como característica es una prioridad principal para Instagram Sports", explicaba a The Wall Street Journal el responsable de esa división, Dev Sethi. El Journal es el medio que ha detectado esta tendencia y que se ha adentrado para analizar quién la está empleando ya y cómo la están rentabilizando. De hecho, Instagram ya es el lugar principal para la comercialización social de equipos de la NBA como los Clippers de Los Ángeles.
Los deportistas y los equipos que se han lanzado a ello no están usando nada que no existiese. Instagram creó ya hace algún tiempo una herramienta para convertir las fotos que las marcas publican en algo "comprable". La funcionalidad, nacida para las empresas de comercio electrónico, permite marcar las fotos y convertirlas en una pasarela para vender esos productos.
Eso es lo que están usando los deportistas y equipos deportivos, sumado a una herramienta más reciente - la de Checkout, que deja cerrar la compra sin salir de Instagram - que simplifica el proceso.
Por supuesto, Instagram tiene un interés claro en potenciar todo esto. No solo se trata de hacer mucho más relevante a su red social, sino también de lograr ingresos derivados. Las etiquetas de compra que llevan fuera de la red no tienen un impacto económico para la compañía, pero la funcionalidad de Checkout sí. Por cada compra que se realiza a través de esa pasarela, Instagram se lleva una comisión.
Los ejemplos que maneja el Journal ya dejan claro cómo se están usando estas herramientas. Algunos equipos de la NBA venden ya merchandising de sus jugadores y de su marca usando estas soluciones y Serena Williams lanzó una chaqueta que solo se podía comprar vía Instagram.
En este último caso, la red social se convirtió en el motor de la mitad de las ventas registradas en su tienda online en la semana posterior al lanzamiento. Eso sí, aunque los resultados sean muy buenos, la máxima responsable de ecommerce de la web de la deportista, Stephanie Lim, deja claro que no se debería depender solo de ello. Nunca se deberían poner, alerta, todos los huevos en una misma cesta.