MBA, periodista, creativo publicitario, profesor universitario y escritor. He trabajado en marketing y comunicación, casi para cualquier categoría de producto o servicio que se pueda imaginar.
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Resulta descabellado pensar que una empresa pueda adoptar una política de marketing fatal para sus intereses, sin embargo, ocurre todos los días.
Desde hace años observo una peculiar convergencia entre ambas actividades. Si eres un joven publicitario, tras leerlo entenderás algunas cosas. Si eres cocinero, te interesa conocer tu futuro. Para ambos, va mi reflexión.
No es una novedad: nos pasamos media vida pensando, - generando ideas que aporten valor a nuestro producto, marca o empresa- y, otra media, presentando, jugándonos el todo por el todo.
¿Conoces el proceso mental que conduce a una gran idea? Si la respuesta es no, te invito a descubrir CECoDe para mejorarlas y conseguir resultados óptimos en tus próximos proyectos.
Las marcas, en cierto sentido, son seres vivos: nacen, crecen, eligen caminos merced a sus estrategias, a veces se reproducen y mueren
Intentaré sorprenderte con aparente alarde de dotes adivinatorias: estoy seguro de que en algún rincón de tu casa, existe un cajón lleno de transformadores antiguos de móvil. ¿Los has contado? Son bastantes?
Si existe un término que, por desgracia, define a un sinfín de campañas publicitarias y acciones de comunicación que tratan de hacerse un hueco a diario en nuestra mente es... irrelevante.
Steve Jobs le contrató al considerarle el mejor diseñador gráfico de su época. De su mano nació la marca NEXT, el ordenador que en cierto modo, facilitó el retorno de Jobs a Apple. Me refiero a Paul Rand (1914-1996).