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Marketing y Sostenibilidad
Artículo Marketing Sostenible

Las claves para conectar marca y sostenibilidad

La sostenibilidad es actualmente un pilar fundamental en la estrategia de siete de cada diez organizaciones, y es un factor que mejora sus resultados empresariales

Por Redacción - 18 Marzo 2024

La sostenibilidad se ha convertido en una de las grandes prioridades para las empresas de todo el mundo y así lo constatan los diferentes estudios publicados al respecto. Sin embargo, según el estudio “Beyond checking the box – how to create business value with embedded sustainability”, realizado por el IBM Institute for the Business Value, solo tres de cada diez ejecutivos (16% en España) aseguran haber conseguido avances significativos en la ejecución de su estrategia de sostenibilidad y, además, reconocen que convertir las ambiciones corporativas en impacto positivo sigue siendo un desafío. Pero, el reto y la oportunidad están más presentes que nunca ya que innovar en modelos de negocio sostenibles podría resultar en beneficios económicas por valor de más de 12 billones de dólares, según la Business & Sustainable Development Comision.

Según los expertos de Design Bridge and Partners, abordar la sostenibilidad implica adoptar una visión corporativa compartida que coloque la perspectiva social y ambiental en el núcleo mismo del negocio. Como señala Andrea Montes, especialista de la empresa en este ámbito, "si queremos que las iniciativas sostenibles desempeñen un papel estratégico y transformador en las empresas, deben integrarse de manera transversal en todos los niveles y procesos. Deben ser consideradas como un activo integrado y alineado con la estrategia de marca de las organizaciones, fortaleciendo así su impacto en cada aspecto." Desde el departamento de sostenibilidad de la agencia, han identificado tres claves fundamentales para vincular la marca y la sostenibilidad.

Reflexionar sobre el propósito de la compañía

Saber quiénes somos como compañía y porqué existimos más allá de los beneficios económicos, debe ser la guía para orientar nuestros esfuerzos de negocio y de comunicación hacia un enfoque sostenible. Así, desde la definición más esencial de nuestra organización, ya estaremos construyendo un discurso propio y coherente en torno a la sostenibilidad.

Analizar el impacto de su actividad

Tomarse el tiempo necesario para mapear los impactos que la actividad corporativa genera el entorno y en sus grupos de interés, detectando así las prácticas a corregir e identificando espacios para la generación de valor en armonía con nuestro propósito. En esta etapa se persigue alinear los objetivos de rentabilidad de la compañía con los sociales y medioambientales para ser capaces de crecer desde ese triple impacto.

Trazar una hoja de ruta y definir responsabilidades

Con un discurso propio ya creado en torno a la sostenibilidad y vinculado a nuestra estrategia de marca, el siguiente paso es perfilar qué acciones específicas podemos llevar a cabo para activarlo. Estas deben ser iniciativas realistas, inspiradoras y medibles que involucren a todas las áreas de la compañía. En muchos casos, los departamentos de marketing y comunicación actúan como impulsores internos guiando a toda la empresa sobre cómo declinar nuestra estrategia de sostenibilidad, evitando caer en acciones tácticas poco coherentes con la esencia de la compañía.

Es imperativo que las empresas detengan sus operaciones, reflexionen y redefinan sus estrategias de marca para incorporar la sostenibilidad como un elemento fundamental en su identidad corporativa.

Esta integración no solo permitirá a las empresas asumir la responsabilidad de sus impactos en el medio ambiente, sino también establecer conexiones emocionales profundas tanto con sus consumidores como con la sociedad en su conjunto.

Este es un momento crucial en el que las empresas deben considerar el impacto de sus acciones en el planeta y en las comunidades en las que operan. Integrar la sostenibilidad en el ADN de la marca implica adoptar prácticas empresariales que minimicen el impacto ambiental, promuevan la equidad social y contribuyan al bienestar de las generaciones futuras. Al hacerlo, las empresas no solo cumplen con su deber ético de proteger el medio ambiente y respetar los derechos humanos, sino que también se posicionan como líderes en su sector al ofrecer productos y servicios que reflejen valores sostenibles. Esta conexión emocional con los consumidores, basada en la responsabilidad social y ambiental, puede generar una lealtad más sólida y duradera hacia la marca.

Además, integrar la sostenibilidad en la estrategia de marca puede abrir nuevas oportunidades de negocio y diferenciación competitiva. Los consumidores cada vez valoran más las marcas que se comprometen con la sostenibilidad, y están dispuestos a elegir productos y servicios que reflejen sus valores y preocupaciones ambientales y sociales.