Opinión Negocios y Empresas

¿Están saturando demasiado las empresas y marcas con sus mensajes a los cliente?

Por Rafa Cera
TOP CONSULTANT Alta dirección, marketing, management e innovación. Nominado...

Toda persona tiene una capacidad finita en cuanto a información a recepcionar y poder analizarla. Ese límite se está logrando alcanzar en demasiados target, por lo que muchos clientes, o los que las marcas toman por sus clientes, en muchos casos se están desbordando, se están viendo superados en cuanto a información recibida, en cuanto a ofertas recibidas, resultado además del hartazgo un gran desinterés en las marcas.

Hace unos años ya se comentaba que un persona media recibida en torno a 3000 mensajes comerciales a lo largo ¡¡¡¡¡DEL DIA!!!!!. Hoy en día podemos asegurar sin ningún miedo a equivocarnos de que ese número está claramente superado. Esto tiene consecuencias en los clientes que al final son los que nos importan a las marcas, la primera es que el 99% de esos mensajes emitidos pasan absolutamente inadvertidos, por lo que simplemente trascienden (repara el cliente en él) un número muy reducido a ese público objetivo, de los cuales a su vez a solo unos pocos les prestará algún tipo de interés del total que les llega. Imaginen lograr una venta o lo que llaman conversión, un ratio bajísimo de los mensajes que recibe. Esto fuera aparte del fracaso comercial que supone, debemos traducirlo en un nivel de eficiencia comercial ínfimo, lo que quiere decir traducido es un bajo impacto en ventas para el tiempo, dinero y personas que han trabajado en la elaboración de ese contenido.

Casi todo en el mundo del marketing esta ideado para la masificación en cualquier de sus versiones, la automatización del marketing, la elaboración de contenidos a través de la IA, las campaña de emailing masivas, utilizar canales masivos de comunicación, la bendición o búsqueda de lo viral, lo cual nos debería llevar a pensar si esta estrategia de producción de contenidos para grandes grupos o campañas masivas tiene sentido desde el punto de vista de la eficiencia comercial. Desde el punto de vista del marketing parece que no. El marketing por definición trata de satisfacer al cliente en particular, por lo que todo lo que suponga olvidarse de esto, va justo en la dirección contraria a lo que se pretende y el preocuparse por la masa en la actualidad, sigue dicho camino.

En muchas ocasiones, se están disparando cañonazos para matar una mosca o muy pocas moscas o todo lo contrario mínimas acciones para grandes grupos heterodoxos en necesidades y perfiles. Esto es un problema, en primer lugar el producido por la estandarización que se está implementado en marketing, quiero decir, demasiadas marcas con el mismo target están haciendo lo mismo y ofrecen contenidos muy parecidos, esto supone que el cliente además de estar superado por el volumen de información recibido es incapaz de diferenciarla y asociar contenido con la marca que lo emite. En segundo lugar cada vez en el funnel de ventas se está ampliando más la “boca de potenciales clientes”, pero en contra de lo que se pueda pensar, se está reduciendo el ratio de conversión, eso implica una pérdida de eficiencia comercial importante a tener muy presente, por lo que supone a múltiples niveles para la marca, quizás ese funnel habría que darle otra disposición y actuar en consecuencia. Parece más lógico pensar que si el funnel se dirige a grupos más definidos, que la marca conoce en profundidad, más accesibles para la marca, el índice de conversión aumentaría, así como se evitaría interactuar con clientes que no buscamos.

Es impresionante la cantidad de interacciones que continuamente buscan diferentes marcas con el cliente, esto crea hastío en este, desinterés e incluso puede llegar a suponer rechazo hacia una determinada marca. El marketing requiere de presentar la oferta de forma on time, también para el cliente, si este contenido es anacrónico en el tiempo para el cliente, este lo tomará como invasión de su espacio por una marca que no le aporta nada más que inoportunidad en el mejor de los casos y eso también es fuente de satisfacción o de todo lo contrario.

El hecho de que se utilicen las mismas plataformas para la creación de contenidos, de publicidad, las mismas herramientas de marketing digital, las mismas bases de datos, estrategias muy parecidas, defender los mismos valores de marca, no poseer una ventaja competitiva clara con respecto al resto de marcas, así como la necesidad en muchos casos, de interactuar con targets de perfil muy amplios, es una combinación perfecta para un bajo impacto comercial en dicho público objetivo, pues solo se consigue que al cliente se le desborde con contenidos en demasiados casos indiferenciados o peor aun inapropiado para sus intereses.

Lo que si se percibe es que el cliente está claramente desbordado por el volumen de información y de contenido que recibe a diario, en muchos casos este cliente está superado en su capacidad para poder procesar este volumen de información, para que sea capaz de poner en orden dicha información, por lo que tiene como consecuencia que elimina selectivamente cual spam la gran mayoría de todo ese contenido de forma prácticamente inconsciente, por lo que la mayoría de esos contenidos se vuelven invisible, inservible, vamos tirado a la basura en el mejor de los casos sin que el cliente le preste una mínima atención. La marca también tira por la ventana los esfuerzos y recursos empleados en la creación de esos contenidos y que solo quede ahí.

Desde el marketing nos debe seguir preocupando el cliente y molestarlo de alguna forma, es una manera de maltrato por lo que debemos plantearnos en la coyuntura actual de grandes volúmenes de información emitidos, tener o plantear nuevas formas de relación más basadas en los intereses de los clientes y menos en las posibilidades que nos confieren las herramientas masivas de las que disponemos, pues el problema no es crear contenidos, sino que estos lleguen e impacten en el cliente. En el mundo de lo masivo y estandarizado, lo personal e intransferible es lo que logra resultados comerciales relevantes y no solo en ventas. Por lo que me planteo como necesario diseñar y seguir un camino diferente para llegar al cliente con la complicidad de este, tanto es así que ya existen ciertas marcas que están buscando y poniendo en práctica nuevas formas de acercamiento y de interacción con el cliente, simplemente porque están viendo que el cliente se blinda ante un volumen de información que es incapaz de digerir y que en ocasiones molesta.

Por Rafa Cera
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