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Las 5 tendencias del marketing que podrían revolucionar la industrial retail

Cada vez las tiendas interactuarán más y más con los consumidores gracias a tecnologías

Por Redacción - 20 Junio 2016

En los últimos años, el comercio electrónico ha comido terreno a las tiendas de siempre. Cada vez compramos más online y cada vez somos menos dependientes de que la tienda esté abierta, esté cerca o pueda servirnos en ese momento. Los consumidores compran en todo momento y en cualquier terreno. Pero a pesar de que el comercio electrónico va en aumento, las tiendas físicas no han desaparecido. La guerra no es tanto de uno contra otro sino más bien la de comprender que los procesos de compra son ahora omnicanal y que consumimos en cualquier escenario y que todos ellos están ligados entre sí. Esto hace que no sea una cuestión de unos y otros, sino más bien una cuestión de todos juntos. Y lo cierto es que no solo ha cambiado cómo consumimos, sino que las propias tiendas deben enfrentarse también a los cambios. Las tiendas físicas han cambiado en los últimos años y seguirán haciéndolo.

¿Qué es lo que las está haciendo cambiar y qué es lo que marcará el cómo serán mañana? Lo cierto es que no solo el ecommerce tendrá un impacto en ellas, sino que también cambiará las cosas una serie de tendencias de marketing y de consumo que están modificando la relación entre punto de venta y consumidor. Un análisis en AdWeek ha establecido cinco tendencias clave de marketing que están cambiando la cara del retail.

Las tiendas cambian para adecuarse a los millennials

O, como explican en el análisis, los vendedores de comida se convierten en boho, bohemios y modernos: las tiendas se están adaptando para ofrecer todo lo que los jóvenes quieren y buscan y están añadiendo toques hipster a su presentación de productos y a los propios productos que sirven. Así, por ejemplo, algunos supermercados de reciente apertura en Estados Unidos tienen no solo fruta orgánica o marisco de captura responsable sino también iPads en los que poder pedir los productos o servicios de té customizado que se puede pedir para llevar. Como explican en el análisis de AdWeek, el nuevo supermercado para millennials es una mezcla entre un super descuento (uno de esos de precios bajos que en Europa podría ser Lidl) y una Apple Store.

La cuestión es además mucho más interesante que simplemente que una cadena de supermercados esté intentando conectar con los jóvenes. Lo que están haciendo es una especie de aviso que permite comprender mucho mejor qué es lo que se viene encima. Y lo que se viene encima es un mercado en el que el retail tendrá que cambiar al ritmo de los millennials. La mayoría de los cambios que se están produciendo en las tiendas son modificaciones marcadas por lo que los millennials quieren y esperan y las innovaciones que se introducen se incorporan con ellos en mente.

La realidad virtual o aumentada no será solo para grandes firmas techie

Casi siempre que se habla de realidad virtual, se analiza el impacto que puede tener en sectores punteros o muy modernos, pero lo cierto es que no será solo un elemento que se unirá a compañías de tecnología y a firmas de última generación en sectores emergentes. Los expertos tienen claro que la realidad virtual tendrá un impacto directo en el retail y que modificará no solo cómo se compra sino también cómo se conecta con el consumidor. Algunos ejemplos ya sirven para verlo. La cadena estadounidense Lowe, de cosas para el hogar, ya tiene una herramienta de realidad virtual para ver cómo quedarán las renovaciones aplicadas a su casa antes de hacerlas. Han creado su propio programa - aplicación, Holoroom, para ello. En su caso, los consumidores pueden acceder en 30 tiendas a la herramienta, pero lo cierto es que ellos solo son la punta del iceberg de más y más compañías que están experimentando con la realidad virtual.

Las tiendas se parecerán cada vez más a escenarios de películas de ciencia ficción

El mercado es cada vez más competitivo y las marcas tienen que luchar cada vez más para lograr posicionarse en el territorio del consumo y para intentar hacer que las cosas conecten con los potenciales consumidores. No solo es cada vez más complicado llegar a ellos, sino que además las líneas que separan la red y lo físico son cada vez más difusas y cada vez los consumidores están más en todas partes (esto es, cada vez son más omnicanal y cada vez las experiencias de consumo son mucho más amplias y tocan más y más elementos). Por ello, las empresas tienen que ser conscientes de que tienen que ofrecer experiencias más complejas y mucho menos de nicho, por así decirlo. Y por ello el comercio en tiendas físicas es cada vez más complejo y techie: las tiendas del futuro (ya lo son un poco las del presente) serán tiendas mucho más cercanas a los escenarios de ciencia ficción.

Pantallas táctiles, probadores inteligentes, realidad aumentada, mixed reality (un nombre en inglés para una tendencia al alza: mezclar ecommerce como comercio físico en un único escenario), personalización... Las tiendas incorporan cada vez más elementos tecnológicos y hacen que sus servicios sean cada vez más complejos para, sin embargo, hacer la vida más fácil a los consumidores.

La relación de proximidad será cada vez más poderosa gracias a la tecnología

O lo que es lo mismo, cada vez las tiendas interactuarán más y más con los consumidores gracias a tecnologías que se basan en la localización de los consumidores, como los beacons. Las tiendas establecerán un perímetro de acción y de relación y enviarán cupones, ofertas y promociones especiales. Se espera, de hecho, que en los próximos años se emitan 1.600 millones de cupones vía beacons y que cada vez los consumidores se sientan más tentados por la información de proximidad.

La única cuestión es que las marcas tendrán que ser especialmente cuidadosas con cómo lo hacen y con el modo en el que lo hacen. Los consumidores son receptivos a estos mensajes y la tecnología permite lanzarlos, pero al mismo tiempo existe cada vez más temor y más preocupación por lo que las marcas pueden hacer y ofrecer. Los consumidores empiezan a temer que las marcas sepan demasiadas cosas sobre ellos y que tengan demasiada información. Las marcas tendrán que ser especialmente cuidadosas con las cuestiones de privacidad.

Lo físico no está perdido

Y, sobre todo, lo más importante de esta avalancha de tendencias es que, por mucho que nos hayamos vuelto tecnológicos y por mucho que nos encante comprar online, la tecnología no lo ha eclipsado todo y las marcas tienen que tenerlo en cuenta. A los consumidores sigue gustándoles el toque humano y el contacto humano y buscan además que las compras se conviertan en una experiencia, que tengan un cierto entorno, algo que las tiendas online no pueden crear igual que las físicas. Por eso no solo la tienda no ha muerto sino que algunos gigantes de la red (es el caso de Amazon y sus librerías físicas) están creando puntos de apoyo físicos que refuerzan su posición online.

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