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Los temores que quitan el sueño a las empresas en la era del Big data

La parálisis por exceso de datos no es el único problema al que pueden enfrentarse las empresas.

Por Redacción - 16 Octubre 2015

El big data se ha convertido en uno de los elementos que han revolucionado la estrategia de las marcas y en uno de los están cambiando su actividad y sus resultados. Las promesas del big data son muy golosas. La información ayuda a las marcas a conocer mucho mejor a sus consumidores y, de este modo, a ser capaces de ser mucho más eficientes a la hora de establecer estrategias que los convenzan para consumir sus productos. La publicidad, el diseño de producto, el marketing de contenidos... todo puede ser ajustado para ser mucho más directo y personal, más eficiente y más efectivo.

Pero a pesar de todas las optimistas promesas que genera el big data, las compañías tienen también ciertos problemas con la nueva herramienta. Las marcas también tienen sus reticencias y sus dudas a lo que esta tecnología puede suponer y puede implicar. Las empresas tienen una amplia variedad de temores, ya que el big data no solo crea nuevas oportunidades sino que además genera un nuevo espacio para los problemas.

Quedarse atrás en nuevas tecnologías

Este es un temor generalizado entre las empresas cuando se trata de nuevas tecnologías, ya que suponen un elemento nuevo y por tanto uno en el que las empresas tienen que adaptarse a las novedades y, sobre todo, ser capaces de ser rápidas a la hora de adaptarse a los cambios. Esto requiere que las empresas estén siempre al día, que sean capaces de ser pioneras y que logren tener tiempos de respuesta cortos.

A estos problemas se suma el hecho de que tienen que ser capaces de escoger las herramientas tecnológicas adecuadas y no las que no funcionarán o las que están por detrás de las líderes del mercado. La presión es, por tanto, muy elevada.

No conseguir tantos datos como la competencia

Pero más allá de los problemas puramente tecnológicos están los problemas asociados al nicho exacto de mercado en el que se van a aplicar estas novedades. Las marcas no solo temen por lo genérico sino también por lo específico.

Así, las compañías tienen un temor fundamental en lo que a big data se refiere y no es solo el de escoger la solución de gestión que ofrece mejores resultados sino también el conseguir situarse en una posición de partida igual o superior a la de la competencia. Las marcas temen que sus competidores consigan mucha más información que ellos, que acumulen más datos y que así consigan posicionarse en una posición de ventaja.

Privacidad

Los datos son además un terreno farragoso y complicado, que genera nuevos problemas y nuevas disyuntivas para las marcas. Estas tienen que enfrentarse a nuevos retos en lo que se refiere a su relación con los consumidores. Y uno de esos retos es el de la privacidad.

La información que se genera y que las marcas tienen que acumular para lograr ese conocimiento en profundidad de sus consumidores es justamente la más sensible y aquella que es más delicada. Los consumidores son reticentes a dar esos datos y las marcas se tienen que enfrentar a muchos más retos en cuestiones de privacidad. Tienen que proteger mucho más la información y tienen que ser mucho más eficientes a la hora de guardarla.

Robo de información y cibercrimen

Las características de la información que tiene que acumular no solo genera nuevos retos y nuevas necesidades asociados a los deseos de los consumidores, más preocupados que nunca por lo que saben y lo que no las empresas sobre ellos sino que además genera nuevos problemas. Las empresas han tenido que enfrentarse en los últimos años a los cibercriminales, deseosos de hacerse con los datos bancarios de sus consumidores, y ahora tendrán que asumir nuevos y más variados peligros.

Las compañías tienen cada vez más datos y cada vez más valiosos, lo que los convierte en un caramelo para los malos de la red. Los intentos de robarles información y las amenazas cibercriminales irán en aumento a medida que aumentan los datos que acumulan las empresas.

Verse sobrepasados por la información...

La información es una nueva y muy importante fuente de valor pero es también una nueva y muy importante fuente de problemas. Las empresas están obsesionadas con acumular más y más datos para ser así capaces de conocer de forma más específica a sus consumidores. Pero a medida que consiguen más y más información, las empresas se enfrentan a un nuevo problema. Tener más datos significa analizar más datos: las compañías pueden verse arrastradas a un empacho y tener tanta información que no sean capaces de gestionarla.

...y no ser lo suficientemente rápidos a la hora de sacarle partido

La parálisis por exceso de datos no es el único problema al que pueden enfrentarse las empresas. El exceso de información puede también causar problemas por otro lado. Las marcas pueden verse lastradas por la tecnología, la burocracia o los problemas coyunturales.

Uno de los principales temores a los que se enfrentan los gestores de las compañías cuando se habla del big data es el de haber hecho de forma correcta todos los pasos de la implantación de esta tecnología pero fallar en el paso final. Las marcas tienen que ser rápidas a la hora no solo de procesar la información sino también a la hora de convertirla en un activo y de por tanto sacarle partido. Fallar en este punto hace que todos los esfuerzos hechos en el terreno de los datos se queden en nada.

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