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La Transformación Digital es una realidad instalada en el mundo empresarial. Las áreas de negocio ya la han asumido y son ahora las áreas de IT, verdaderas protagonistas de este cambio, a las que les toca "mover pieza".
Pero, ¿cómo influye esta Transformación en la forma en que los CIOs y las áreas de sistemas de información desarrollan sus funciones y abordan su día a día?. Una de las conclusiones que hemos extraído, en base a nuestra experiencia, es que la diferencia no viene marcada por la definición de la estrategia digital (siendo un aspecto igualmente importante), sino en implantarla y convertirla en una realidad, y es aquí donde las áreas de sistemas de información son auténticos protagonistas.
Las nuevas tecnologías digitales están evolucionando y posibilitando nuevos modelos de comportamiento de clientes y consumidores, que por primera vez van por delante de las compañías, y son éstas las que, para evitar el riesgo de pérdida de competitividad, deben aceptar el reto de transformarse y "digitalizarse" adaptándose al nuevo perfil de sus clientes, más informados, impacientes y que requieren respuestas personalizadas en real-time.
La velocidad a la que las compañías sean capaces de anticiparse y adaptarse a los retos planteados, en lugar de simplemente reaccionar a los mismos, será el verdadero factor diferenciador.
Para cubrir esta necesidad, surgen nuevas figuras como la del CDO (Chief Digital Officer) ubicadas en las áreas de negocio para responder de forma rápida a las necesidades y retos que les está planteando el mercado. Lo que está generando una situación en las compañías de doble velocidad: el CIO para dar soporte a la operativa del negocio (legacy systems) y el CDO para aportar valor al negocio.
Esta dualidad conlleva la proliferación de proyectos y tecnologías que nacen del cortocircuito IT-Negocio y que se desarrollan sin una adecuada evaluación del entorno tecnológico empresarial.
Los CIOs son conscientes de la necesidad de jugar un doble papel en esta etapa, pero dependiendo del sector y posición de la compañía hay CIOs cuya prioridad absoluta sigue siendo el papel de CIO in- business, focalizado en mejorar la eficiencia y el control de costes del área, aunque cada vez más reconocen que su prioridad debe venir marcada por participar de forma proactiva en la transformación del negocio, aportando valor (como denominamos en Bip, CIO on-business), y de éste modo garantizar el crecimiento y la posición competitiva de la organización.
Los CIOs deben apalancarse en la tecnología, más allá de desplegarla.
Para afrontar este cambio de actitud y acompañar al negocio, las áreas de IT deben reinventarse, manteniendo el liderazgo en la identificación de tendencias y tecnologías para proponerlas a las áreas de negocio, y a la vez transformarse en cuanto a su organización y procesos de trabajo, para ser más ágiles. Ésta transformación requiere de la visión y firme convicción del CIO de avanzar por este camino, a la vez que una adecuada gestión del cambio.
Bien es verdad que para abordar las iniciativas y proyectos más tradicionales sigue siendo eficaz el modelo habitual en cascada (waterfall) que optimiza el "proceso IT" pero, no basta con un único modelo operativo. Para hacer frente a la velocidad, la innovación y la incertidumbre en el soporte a la introducción de nuevos modelos digitales en las compañías, emerge la necesidad de un nuevo modelo IT "no lineal", caracterizado por formar alternativas en la concepción de las soluciones y la flexibilidad y la velocidad de la introducción de las mismas, lo que se viene denominando modelo agile.
Algunos pasos que las áreas de sistemas de información deben dar para adaptarse al nuevo entorno digital pasan por:
La creación y gestión de un ecosistema externo de colaboración que permita alimentar el proceso de información sobre trends & tech [OUT - IN], así como la definición de nuevos modelos colaborativos y de partnership con suministradores de nuevas tecnologías (players de nicho y disruptores digitales).
Disponer de un modelo de gestión bimodal, paralelizando el modelo de gestión convencional con un nuevo modelo no lineal (lean, scrum, agile, ...) para la gestión de servicios y soluciones basada en tecnologías disruptivas.
Dinamización de equipos mixtos IT-Negocio utilizando modelos innovadores (design thinking o lean startup) para la generación de ideas que permitan optimizar y "digitalizar" la relación con clientes.
Definir y desarrollar nuevos modelos organizativos y de competencias digitales, así como de gestión del cambio.
Esta transformación en muchos casos ha de ser profunda, pues afecta y tiene connotaciones importantes a nivel organización, procesos y personas. Por tanto, desde el punto de vista de Bip, requiere en muchos casos de la creación de una Oficina de Transformación y Gestión del Cambio (Agile Transformation Office), encargada de facilitar ésta transformación y llevarla a buen fin.
