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Lo cierto es que nadie nos ha enseñado específicamente a hacerlo. A veces hemos participado en equipos de trabajo en nuestra etapa formativa, y a menudo hemos aprendido a las bravas, mediante un proceso continuado de prueba-error.
Buscar trabajo no es lo importante: lo importante es encontrarlo. Por eso quiero comentar algunas consideraciones valiosas sobre trabajar en equipo que, tal vez, puedan ayudarte a mejorar tus perspectivas de entrar en el mundo laboral.
La sinergia se produce cuando el resultado global es más que la suma de las partes. Piensa en un equipo de baloncesto: el orden, la táctica, la distribución de funciones, la colaboración y el espíritu de sacrificio compartido permiten ganar más partidos que la anarquía y el afán por lucirse individualmente.
Esta es la clave y el por qué del trabajo en equipo. Consiste en participar activamente en la consecución de una meta común. Requiere relacionarse con los demás y poner las propias competencias al servicio del interés grupal.
Vale, de acuerdo. Partimos de la base de que quieres trabajar en equipo. ¿Cómo debes hacerlo? ¿Qué cualidades y principios has de aplicar para lograrlo?
La comunicación es esencial. Si no eres capaz de compartir y comprender la información del grupo sobre las tareas y los propósitos asumidos, poco podrás aportar.
Aceptar los estilos de trabajo
Cada uno somos como somos (si algunos tenemos lo nuestro), tenemos nuestra peculiar manera de hacer las cosas. La diversidad es buena si aceptas al otro como es. Trabajar de formas diferentes permite obtener más y mejores resultados.
Tienes que asumir tus compromisos. Solo si te comprometes con los plazos y las entregas planteadas, el equipo puede funcionar.
Saber decir no es fundamental
Negociar es esencial en el trabajo en equipo. El miedo a quedar mal puede generar desigualdades y, a veces, obligaciones superlativas e injustas para algunos de los miembros. Querer que el grupo vaya adelante no significa que debas estar de acuerdo con todo ni aceptar cualquier tarea que te encarguen. El objetivo es que, entre todos, obtengamos un resultado superior al que conseguiríamos de manera individualizada.
Este enfoque permite alimentar la creatividad y ofrece nuevas oportunidades de aprendizaje al equipo de trabajo. Los miembros de este, al estar en contacto unos con otros, ven cómo es posible enfrentar dificultades y retos compartidos de maneras que quizá por ellos mismos nunca se habrían planteado.
Considerar todos los puntos de vista siempre resulta enriquecedor. ¡Tú también debes sentirte libre para compartir los tuyos!
Por último, la cohesión del grupo es otra de las consecuencias positivas de este enfoque. "El roce hace el cariño", dice el refrán. Y eso es así, sobre todo cuando se comparten intereses, esfuerzos... y éxitos.
Trabajemos juntos codo con codo con nuestros compañeros porque recordar que 1+1 son 5.
