Artículo Redes Sociales

Compras impulsivas: Los Millennials y la Generación Z se arrepienten de las cosas que compraron influenciados por las redes sociales

Por Redacción - 20 Septiembre 2023

La era de las compras en línea impulsadas por las redes sociales ha llegado para quedarse, pero parece que los Millennials y la Generación Z están experimentando los efectos colaterales de esta tendencia con más fuerza que otras generaciones. Una encuesta realizada por Bankrate, que consultó a más de 3,500 personas, ha revelado que tanto el 61% de los Millennials como el 60% de la Generación Z han confesado realizar compras impulsivas motivadas por las redes sociales en el último año.

Un estudio de Forrester Research, encontró que el 70% de los consumidores españoles ha realizado alguna compra impulsiva en redes sociales.

Con el paso de los años, las redes sociales se han convertido en el entorno ideal para las compras impulsivas. Los usuarios están expuestos a una gran cantidad de estímulos visuales y emocionales, lo que puede provocar una reacción impulsiva de compra. Además, los influencers tienen un gran impacto en las compras impulsivas ya que sus seguidores suelen confiar en sus recomendaciones, lo que puede llevarles a comprar productos que no habían considerado previamente. Las ofertas y promociones son un factor importante en las compras impulsivas. Los consumidores están más dispuestos a comprar productos cuando están de oferta o promoción.

De acuerdo a Social Media Examiner, el 50% de las compras impulsivas en redes sociales se realizan en respuesta a ofertas o promociones.

Aunque las generaciones más maduras, como la Generación X y los Baby Boomers, no están completamente a salvo de este fenómeno, muestran una resistencia mayor frente a los impulsos de compra en línea. El 42% de la Generación X y el 34% de los Baby Boomers reconocen haber caído en la tentación de las compras impulsivas en línea durante el mismo período.

Según Ted Rossman, analista senior de la industria de Bankrate, este comportamiento impulsivo puede atribuirse a la influencia de las experiencias en las redes sociales. Aunque la encuesta no profundizó en los tipos específicos de compras impulsivas, Rossman sospecha que actividades como viajes, cenas, entradas para eventos deportivos y conciertos pueden haber sido contribuyentes significativos. Además, no se pueden pasar por alto los gastos relacionados con eventos como bodas y fiestas, que también podrían haber influido en estas compras impulsivas.

Es interesante destacar que aquellos que realizan menos compras impulsivas y, por ende, gastan menos dinero, son los que tienden a sentir más remordimientos como compradores. Los Baby Boomers, que gastan en promedio $418 al año en compras impulsivas en redes sociales, lideran este aspecto con un 62% de arrepentimiento. Por otro lado, aunque los Millennials son los que más gastan, con un promedio de $1,016 al año, solo el 55% de ellos experimenta sentimientos de arrepentimiento. La Generación Z, que gasta la segunda cantidad más alta, con un promedio de $844 al año, se encuentra en un punto intermedio con un 58% de arrepentimiento.

Este no es el primer momento en que las generaciones más jóvenes expresan sus preocupaciones acerca de la presión financiera ejercida por las redes sociales. Según la duodécima encuesta anual de Deloitte sobre la Generación Z y los Millennials, más del 50% de la Generación Z y casi la misma proporción de los Millennials admiten que las redes sociales los impulsan a comprar productos que están fuera de su alcance financiero, a pesar de sentir ansiedad financiera y preocupación por el costo de vida actual.

Estas compras impulsivas pueden interpretarse como parte de la cultura de gratificación instantánea que las generaciones más jóvenes han adoptado como respuesta al temor existencial y financiero asociado con el crecimiento en medio del capitalismo tardío y el cambio climático. En comparación con la carga abrumadora de préstamos estudiantiles y la dificultad de adquirir una vivienda, estas compras menores a menudo parecen insignificantes, lo que podría explicar por qué los Millennials parecen sentir menos culpabilidad al respecto.

Sin embargo, es importante destacar que las compras en línea pueden tener efectos perjudiciales en la salud mental y las finanzas personales. La encuesta de Deloitte encontró que este comportamiento estaba llevando a la Generación Z y a los Millennials a experimentar niveles elevados de ansiedad, y un estudio previo de Bankrate señaló que las compras impulsivas basadas en publicaciones patrocinadas en redes sociales hacían que los consumidores se sintieran negativos en relación con sus finanzas.

La encuesta más reciente de Bankrate también puso de manifiesto que la Generación Z y los Millennials son los grupos más propensos a considerar que las redes sociales promueven estilos de vida poco realistas, creando la ilusión de un éxito que no corresponde a la realidad. Más de la mitad de todas las generaciones reconocen esta percepción, aunque solo el 12% de los encuestados admite ser responsable de este comportamiento. Además, los Millennials y la Generación Z son los más propensos a experimentar sentimientos negativos sobre su situación financiera después de ver publicaciones de otras personas en redes sociales y a creer que estas plataformas tienen un impacto negativo en su capacidad para gestionar su dinero.

A pesar de que los anuncios patrocinados pueden parecer divertidos e inspiradores a primera vista, queda claro que las redes sociales ejercen una presión significativa en nuestras billeteras y, en última instancia, pueden tener un impacto negativo tanto en nuestra salud financiera como en nuestra salud mental. En este contexto, es crucial que las personas, especialmente las generaciones más jóvenes, desarrollen una mayor conciencia sobre el impacto de las redes sociales en sus hábitos de compra y tomen medidas para mantener un equilibrio saludable entre la influencia de las redes sociales y sus metas financieras personales.

Más Leídos
Semanal
Mensual
Anual
Continua Leyendo...
Contenidos Patrocinados
ADS
Promocionados