Opinión Marketing

5 tentaciones en las que ningún mercadólogo debe caer

Como profesionales del marketing, nos enfrentamos a generar resultados comprobables de negocio para nuestras marcas, en un mercado muy competitivo y en el menor tiempo posible.
Director General de InfoSol. MBA y Consultor en Dirección, Planeación...

¿La tentación? Quién no ha escuchado de ella. Siempre la encontramos en situaciones difíciles en las que se ponen a prueba nuestras capacidades para decidir lo correcto, aun cuando implique mayor esfuerzo o nos lleve más tiempo alcanzar nuestra meta.

Como profesionales del marketing, sabemos muy bien de esto, ya que nos enfrentamos a una realidad complicada y nada sencilla: la de generar resultados comprobables de negocio para nuestras marcas, en un mercado muy competitivo y en el menor tiempo posible.

Esto, sin duda, nos puede hacer caer en la tentación de recurrir a tácticas erróneas que, aunque parecieran el camino más fácil y rápido para llegar a nuestro objetivo, en realidad se trata de grandes "trampas" que sólo nos llevarán a la "perdición".

¿Quieres sabes si has sido presa de alguna tentación del marketing? Demos un vistazo a cinco tentaciones comunes que se atraviesan al momento de llevar a cabo nuestras estrategias:

Conformarnos con la "promoción", olvidando la "distribución"

El marketing de contenidos es una pieza importante para dar visibilidad y buena reputación a la marca. Durante mucho tiempo nos enfocamos en la "promoción" de nuestros contenidos a grandes audiencias, utilizando enormes bases de datos, sin importar la calidad o si verdaderamente estábamos llegando a nuestro buyer persona. Sin embargo, los hábitos de consumo de contenidos han cambiado, por lo que llegar a la audiencia correcta con los contenidos correctos y en el momento correcto, demanda un nuevo enfoque.

Ahora, lo más importante y eficaz para las marcas es la "distribución" -que no es lo mismo que la "promoción"- de contenidos, esto significa renunciar a la cantidad por la calidad, haciendo una difusión más dirigida a la audiencia interesada, que puede realizar una acción respecto al contenido -publicarlo, compartirlo, solicitar información, dar clic, etcétera-. Lo ideal es tomar lo mejor de ambas estrategias -"promoción" y "distribución"- para maximizar los resultados.

Postear una y otra vez en redes sociales, sin tener un objetivo claro

Ésta es una tentación en la que todo mercadólogo suele caer. Cuando decidimos entrar con todo a las redes sociales, es muy común que lo primero que viene a nuestra mente es postear para aparecer ya en el muro o timeline de nuestros seguidores, sin tener claros nuestros objetivos (awareness, reputación online, tráfico web, interacciones, atención al cliente, etcétera).

Tener objetivos bien definidos nos ayuda a diseñar nuestra estrategia de redes sociales, estableciendo qué contenidos vamos a compartir, en qué formatos, en cuál red social, incluso los días en que se compartirán para generar mejores resultados. Sabemos que tener presencia en redes sociales es básico para las marcas, pero no postees sólo por hacerlo. Los mejores resultados vienen con una estrategia y objetivos bien estructurados.

Dejarnos seducir por los promotores pagados

El marketing de influencia ha sido un parteaguas para ayudar a impulsar la visibilidad de las marcas en los medios sociales, generar interacción y crear futuros promotores de nuestras marcas; a través de contenidos de autoridad compartidos y recomendados por terceros de confianza. Pero ¡cuidado! de caer en la tentación de incluir en tu estrategia a los promotores pagados, es decir, aquellas grandes figuras del espectáculo, el deporte o la moda que cobran cantidades millonarias para promover tu marca, sólo porque sus cuentas tienen -aparentemente- millones de seguidores y un alto nivel de engagement.

¡No caigamos en la tentación! Recordemos que la cantidad no es suficiente si la calidad es deficiente. Trabajar con micro influenciadores orgánicos de un nicho de mercado es una gran oportunidad para lograr nuestros objetivos; pues tienen alcance aunque no tienen un enorme número de seguidores, son garantía de que nuestra marca está llegando a sus buyer personas, además encontraremos mayor compromiso en la red de seguidores y el contenido se verá mucho más auténtico porque tienen autoridad contextual y don de ventas, siendo la inversión mucho menor.

Olvidarnos del cliente después de conseguir la venta

Por muchos años, la relación marca-consumidor finalizaba luego de concretarse la compra; momento en que la marca se olvidaba de su comprador. Ahora, el viejo modelo del viaje del consumidor (concientización, consideración y acción) que hasta hace algún tiempo regía el proceso de venta, está cambiando, convirtiéndose en un ciclo continuo que nunca termina.

Ahora las marcas deben enfocar sus esfuerzos en el llamado éxito del cliente, es decir, en buscar la manera que tu marca o negocio ayude a sus clientes a obtener el máximo valor del producto o servicio, y así, los ayude a ser mejores en lo que hacen. El marketing de contenidos es la clave para seguir cautivando al cliente a través de consejos y recomendaciones que le permitan obtener el mejor provecho de su compra.

Confiarnos de "viejas" métricas y no apostar por métricas inteligentes

En el pasado, medir los resultados de relaciones públicas y medios ganados siempre había sido una labor complicada. Muchos recurrimos a métricas como el AVE (Equivalencia del Valor Publicitario) para tratar de demostrar el ROI; hasta que expertos en la industria advirtieron que no existe evidencia de que los espacios editoriales y publicitarios tengan un valor equivalente.

Con la tendencia hacia las estrategias digitales, hoy es mucho más fácil monitorear y medir el éxito de nuestras campañas, incluso con herramientas online. Lo que también es un hecho, es que las métricas digitales tienen distintos fines; una sola métrica puede servirte para tomar acciones en redes sociales o en relaciones públicas, lo cual es una ventaja. Entre estas métricas inteligentes están el tráfico web, la tasa de conversiones, interacciones y tasa de clics, entre otras. ¡Sé fuerte ante la tentación! Y evita recurrir al AVE, cuando existen métricas que miden de mejor manera tus resultados.

Estas cinco tentaciones son sólo una muestra de que como profesionales del marketing podemos equivocarnos, y caer en muchos errores; lo cual es perfectamente normal, sobre todo porque así experimentamos y comprobamos lo que mejor nos funciona para el éxito de nuestras estrategias. Y siempre tenemos la oportunidad de corregir y "enderezar nuestra estrategia".

Hay una conocida frase de Charles Dickens que dice así: "Nunca es tarde para el arrepentimiento y la reparación". Dime, ¿estás dispuesto a resistir las tentaciones?

Director General de InfoSol. MBA y Consultor en Dirección, Planeación...
Más Leídos
Semanal
Mensual
Anual
Contenidos Patrocinados
ADS
Promocionados