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Por Redacción - 5 Diciembre 2007
Aquellos anuncios del jinete montado a caballo que publicitaban las más famosas marcas de tabaco, han quedado en el recuerdo como parte de la historia donde la publicidad, aparte al margen de la censura era un mundo sin apenas limitaciones.
Marlboro, Winston, Camel y otras tantas marcas de tabaco eran protagonistas de miles de anuncios y soportes publicitarios. Hoy en día, las compañias tabacaleras ven reducido el espacio donde promocionar y publicitar sus productos.
Muchos paises han sido los que se han sumado a este gran esfuerzo de prevención y prohibición. A los ya existentes, ahora se suma Panamá donde ha sido aprobada una nueva ley en la que se prohíbe anunciar todo tipo campaña o promoción de publicidad sobre el tabaco.
Tras varios meses de negociaciones, esta nueva legislación ha sido aprobada y apoyada de forma unánime por los diferentes grupos del gobierno del país.
La nueva normativa prohíbe cualquier forma de publicidad masiva, promoción y patrocinio del tabaco, aún por medios indirectos o subliminales.
En torno a esta iniciativa se impulsa la difusión de los programas educativos en centros y escuelas con el objetivo de prevenir a los niñós y más jóvenes sobre los perjuicios y daños originados por el hábito de fumar.
Alcibíades Vásquez, principal opositor político del gobierno, acusó a las empresas y compañias tabacaleras de ser culpables de las muertes provocadas por el consumo de tabaco, ratificando de igual forma la prohibición de la venta de tabaco a menores de edad y la fabricación, importación y venta de objetos que tengan forma del producto.
La nueva ley prohíbe fumar en los diferentes medios de transporte público, terminales, aeropuertos, centros deportivos y educativos, centros comerciales cerrados, hospitales, lugares de recreación para menores, almacenes, teatros y cines.
Según el Ministerio de Salud de Panamá, el humo del tabaco contiene más de cuatro mil sustancias químicas, algunas con propiedades carcinógenas, citotóxicas y mutagénicas.
En el país, unas dos mil personas mueren al año por cáncer o enfisema pulmonar.
