Opinión Negocios y Empresas

6 Cosas que los Startups hacen y que tú también deberías hacer

Una de las principales diferencias entre las startups y los corporativos es el nivel de riesgo que toman en su innovación. Esta diferencia se traduce en comportamientos únicos de las startups que a los corporativos a veces parece que se les olvida. Presentaré algunos de ellos que en cualquier empresa servirán para mejorar su nivel de innovación.

¿Tomar riesgos o no?

Un corporativo por lo general ya existe desde hace muchos años y tiene un producto que funciona; ya fue validado y adaptado por su mercado. Por lo tanto, optimiza sobre lo que ya existe. De ahí surge la innovación incremental.

En una startup no es así. Las startups por definición están empezando, por tanto, innovando en terreno desconocido y tienden a tomar un riesgo mucho más alto que las empresas ya establecidas. Aunque tengan una idea muy buena de un producto o de una solución a un problema, esa idea aún no ha sido validada por el mercado. En el mundo startup a esto se llama "product-market fit" y es una innovación mucho más fundamental que la incremental.

Entonces, ¿cuáles son esos comportamientos de las startups que los corporativos deberían adoptar para no quedar atrás?

1. Lean Canvas vs. Plan de negocio a 3 años

Una herramienta que muchas startups usan para visualizar todos los aspectos del negocio es el Lean Canvas (o alguna variante). Esto les permite tener un plan y perspectiva amplia de su negocio desde muy alto nivel, pero que puede ser ajustado muy fácilmente cuando sea necesario. Por ejemplo, en caso de un cambio de dirección después de haber validado con el consumidor una idea que no resultó.

En muchos corporativos esta visión de alto nivel se ha convertido en un plan de negocio de 3, 5 o 10 años y de cientos de páginas. El problema con eso no es tener una visión, sino que cuando algo ocurre -por ejemplo cuando el consumidor no acepta el producto como se había imaginado o cuando entra un nuevo competidor en la industria que rompe paradigmas- entonces ya es muy difícil desviarse del plan.

2. Salir del edificio

Antes de desarrollar cualquier producto, lo que cualquier fundador de una startup hace es conocer al cliente potencial y validar sus ideas directamente con él. Puede empezar con familia y amigos o hablando con personas que están experimentando la problemática que su producto va a resolver, con el fin de recibir retroalimentación y comprobar si puede haber interés en una solución a cierto problema. La retroalimentación servirá para robustecer el Lean Canvas y elegir una dirección de manera informada.

Perseverar cuando se puede o cambiar de rumbo cuando no. Los dos puntos anteriores ayudan a las startups a recibir retroalimentación del usuario en tiempo casi real y aprender rápido. Y si aprenden que lo que pensaban inicialmente no es verdad -no funciona la idea que tenían- entonces pueden cambiar de dirección rápido. Es mejor fallar temprano y aprender que suponer que vas en buen camino, pero al final todo fue para nada.

En muchos corporativos se tiene miedo a fallar o a reconocerlo. Los sistemas tradicionales de reconocimiento y remuneración promuevan este comportamiento, pues no se gana una promoción por un proyecto fracasado. Lo que deberían hacer es redefinir el éxito: aprender rápido, fallar temprano y minimizar la inversión.

5. Minimizar la "tramitocracia"

La agilidad que tienen las startups es gracias a que no tienen que lidiar todavía tanto con procesos, reglas, documentos, estándares, sistemas y estructuras de toma de decisiones complejas. Es lógico, una organización que recién inicia y todavía es relativamente pequeña no necesita dominar tanta tramitología. Y eso puede ser un beneficio grande.

Lo que podemos hacer en las empresas grandes es tener un laboratorio o área de innovación que tenga la máxima autonomía posible. No tendría que apegarse a las reglas y procesos actuales y no necesariamente debe usar sistemas de TI antiguos. Algo así como el el startup dentro de tu empresa dentro de tu empresa.

6. Tener los KPI correctos

Las startups exitosos desde el principio están midiendo para entender si existe buena recepción del producto con el mercado. Elegir los KPI correctos es esencial, ya que con base en ellos se decide si deben seguir sobre la misma idea o cambiar de rumbo. También ayuda a mantener la organización enfocado en el mismo objetivo.

Lo mismo aplica para empresas más grandes. Tener KPI buenos, simples y representativos ayuda a enfocar la organización en el mismo objetivo y a guiar el proyecto de innovación en la dirección correcta.

Y por último...

Para las startups todas estas cosas son parte de un "todo o nada". Como startup, por lo general, tienes un sólo producto, una solución que quieres hacer crecer. En una empresa establecida ya tienes uno o varios productos que funcionan, que están generando dinero, y no está mal optimizar sobre aquellos productos con dosis de innovación incremental.

Pero para estar preparado no estaría nada mal para tu corporativo contar con un equipo de innovación donde nuevas ideas tengan un lugar y donde exista la libertad de aplicar los comportamientos que aquí te hemos propuesto.

No esperes a que sea demasiado tarde.

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