Continua Leyendo...
Por Redacción - 20 Abril 2015
Las redes sociales son unas herramientas en las que la creación y la capacidad de compartir ideas e información por parte de los usuarios es su principal seña de identidad. Un rasgo característico especialmente de Twitter, la plataforma social de microblogging más importante del mundo, que se enorgullece de dar la capacidad a sus usuarios de compartir datos al instante y sin barreras.
En definitiva, y en palabras de la consejera delegada de la compañía, Vijaya Gadde, que acaba de publicar en The Washington Post un verdadero alegado a favor de la empresa que dirige, lo que ofrece Twitter a los internautas es la posibilidad de expresarse de manera libre. Libertad de expresión, recalca, que debe mantenerse incluso con aquellos usuarios que no profesan las mismas opiniones que la mayoría de la audiencia.
Es aquí donde aparece el conflicto para la compañía y una de las principales cruzadas que están protagonizando en los últimos meses. Y es que para la directiva de Twitter, esta red social ha definido los últimos movimientos sociales que se han definido a favor de la libertad de expresión de los ciudadanos, desde las manifestaciones en la Plaza Tahrir, hasta el 15-M.
Una tendencia que se va a seguir promoviendo pero sin evitar que los usuarios de esta red social se mantengan seguros de los comentarios ofensivos y de dudosa autenticidad, lo que en palabras de Gadde requiere, y han llevado a cabo, la toma de decisiones "difíciles". Las mismas pasan por neutralizar los comportamientos y abusos de esta plataforma social por parte de ciertos usuarios, que han interpretado libremente las políticas de control de datos y uso de la red social planteadas por la compañía y han causado numerosos y profundos malestares en el resto de la comunidad.
La cruzada contra los trolls
Son los denominados trolls, una presencia insidiosa en esta red social ante la que su máxima responsable hace autocrítica, reconocimiento la lentitud en su capacidad de respuesta, que sostiene que es "inexcusable". Esta actitud, entre la honestidad y la humildad, ciertamente le honra, más viniendo de una compañía de semejante dimensión. Sin embargo, la asignatura pendiente de la red social de los 140 caracteres continúa latente y se han de llevar a cabo políticas que garanticen no ya la seguridad de los usuarios en esta plataforma, sino la libertad de expresión por parte del grueso de sus usuarios, responsables y respetuosos con el resto de los internautas.
De ahí que Gadde haya reconocido el problema que atraviesa Twitter y los esfuerzos que desde el interior de la compañía se van a llevar a cabo para la mejora de sus resultados en lo que respecta a la actuación de los trolls, a los comentarios de estos dirigidos a grupos étnicos o mujeres, a las amenazas recibidas por ciertos colectivos y a su capacidad de intimidar y silenciar a los usuarios que verdaderamente aportan valor a la compañía.
Es por ello que, en nombre de la libertad de expresión, Twitter anuncia su particular cruzada contra los trolls. Primero ha venido el reconocimiento del problema y, después, la actuación frente al mismo. Esta no es otra que poner mayor énfasis en la autenticidad de las cuentas que se llevan a cabo, tal y como se anunció hace unos meses.
Filtrado de comentarios nocivos
En este sentido, la consejera delegada de Twitter reconoce la inversión llevada a cabo por la compañía tanto en herramientas como en aplicaciones tecnológicas que les permitan detectar mejor la presencia de estos trolls, a partir de la cual poder actuar y limitar el alcance de sus publicaciones y contenidos abusivos.
De ahí que, en paralelo, también hayan llevado a cabo un aumento, el triple, del equipo técnico destinado a esta función, el cual tiene como objetivo proteger a los usuarios y del que ya han obtenidos los primeros resultados positivos. Así, a través del filtrado de trolls, Twitter señala que han dado respuesta más rápidamente a los usuarios y, en paralelo, han sido capaces de reducir hasta cinco veces el tiempo de utilizado para dar solución a los usuarios en este sentido.
En paralelo, se han revisado las políticas de seguridad, con el objetivo de dar a esta plataforma social, un mejor marco en el que se proteja a los usuarios más vulnerables, entre ellos, la prohibición de publicaciones de imágenes íntimas no consentidas, así como la ampliación del concepto abuso, dirigido también a las amenazas e incitaciones indirectas a la violencia.
Sin embargo, la propia responsable de Twitter reconoce que la seguridad no es un fin en sí mismo y las limitaciones de la plataforma, ya que la libertad de expresión empieza y termina por uno mismo. Una gran verdad tanto para la comunicación digital como para la analógica. A ella no le afectan ni el progreso ni los cambios.
