Opinión Marketing Digital

La dimensión emocional del sonido en el futuro de la web

En la última encuesta realizada por la Audio Branding Academy a las 23 agencias más importantes del sector del audio branding, las páginas web salieron como una de las tres oportunidades más prometedoras de esta disciplina. Comparten podio con el sonido de las app y el de los puntos de venta. Y es que las páginas web cada día suenan más y cada día suenan mejor.

Los sonidos en internet han pasado por distintas etapas. Si históricamente eran considerados elementos molestos e intrusivos, actualmente, con el vídeo en el trono, pasamos a experiencias cross-platform inmersivas en que las expresiones visuales no pueden estar desprovistas de su correspondiente sonido para ser completas. No obstante, una de las reglas de oro del sonido en internet es que éste debe ser opcional, controlable y regulable. Hubo un tiempo en que algunas webs temerarias activaban un audio por defecto y de forma abrupta, sin pedir permiso. Para combatir la sensación de intrusismo, los sonidos deben diseñarse cuidadosamente y hacerse siempre pensando en mejorar la experiencia del usuario y en el bien de la marca. No deben ser demasiado repetitivos y si hay música, ésta no debe ser muy protagonista.

El audio de las páginas web, abarca desde músicas de fondo y clics operativos a paisajes sonoros envolventes y generativos. Las web se han convertido en plataformas multimedia muy ricas en las que el sonido todavía no se ha puesto al nivel de sus hermanos.

Pero el sonido es mucho más que un complemento de la imagen. La experiencia sonora es cada vez más importante para los usuarios que no miran, no deben, o no pueden mirar una pantalla. El audio no es nativo aún en la mayoría de webs y apps, pero sí en los smartphones y dispositivos GPS. Los aparatos de hoy en día se expresan con sonidos. Con el internet de las cosas, cuanto más conectados estén los instrumentos más tendrán que contar; y la mayor parte de las veces lo harán con sonido. En esta nueva realidad ruidosa hay un alto riesgo de cacofonía por lo que habrá que aprender a crear espacios agradables y armónicos. De ahí que las marcas tomen conciencia primero y se doten de un sistema de audio branding para emitir sonidos coherentes, pertinentes, no intrusivos y que aporten valor a sus comunicaciones.

La dimensión emocional del sonido, como sabemos, es mayúscula. El sonido cambia nuestro estado de animo, nuestros sentimientos y las emociones. Conscientes de que el 95% de nuestras decisiones de compra son emocionales y no conscientes, las marcas han invertido grandes sumas en el uso de sonido para crear experiencias de marca multi-sensoriales. Según el Principio de Integración Multisensorial definido por el Profesor Charles Spence, jefe de la Crossmodal Resarch Group de la Universidad de Oxford, si tomamos un mensaje visual y le añadimos un mensaje sonoro congruente, su impacto aumenta en un 111%. Y a medida que añadimos sentidos, se acumula el efecto multiplicador. Pero hay que hacerlo bien. Los sonidos deben aportar valor.

Musica de marca, logotipos sonoros, sonidos generativos, elementos sonoros de marca, films corporativos: Es s´lo cuestión de tiempo que los sonidos se incorporen al mundo web de forma completa e irreversible.

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