Artículo Comunicación

La nueva era del contenido 4.0 y el acceso a la información de pago se acerca

Google una vez más podría tener la llave para este gran cambio
Consultor Marketing y Estrategia de Nuevos Medios de Comunicación, Social...

El mundo de los medios de comunicación se enfrenta a uno de sus grandes dilemas y pruebas de fuego. La de encontrar la viabilidad financiera y la de establecer modelos de negocios verdaderamente sostenibles para su proliferación y desarrollo. ¿El problema? Los miedos de los grupos editoriales a dar el gran salto por sus posibles efectos adversos y el rechazo generalizado de sus audiencias ante la imposición de un modelo de pago.

Sin embargo, todo parece indicar que bajo el modelo del "todo gratis" pocos serán los servicios o negocios que sobrevivan a la evolución constante del medio internet. Los anuncios de la publicidad online tampoco parecen ser la solución por que cada día se devalúa y se menosprecia su valor impidiendo que como ocurre en el resto de medios tradicionales, funcione de combustible para hacer viables, sostenibles y rentables muchos de los negocios que pretenden establecerse en este mundo paralelo de internet.

Actualmente podemos comprobar como grandes grupos editoriales que arrastrados por la inercia de las nuevas tecnologías, el avance de internet y de las redes sociales, ven como sus modelos de negocio se tambalean. El cambio les supone un duro revés por que la audiencia de internet no ha sido educada para consumir información y pagar por ello. Los usuarios de la red prefieren invertir 20 dólares en un servicio de almacenamiento en la nube, pero siguen sin valorar la posibilidad de asignar ese coste a la información que consumen.

Un estupendo análisis publicado en el diario PeriodistaDigitalsobre este asunto en cuestión,destacael hecho de que los editores de prensa de papel están ansiosos por volver al modelo de pago en sus ediciones online, poniendo como ejemplos grandes fracasos como Soitu.es, Adn.eso Factual, que fueron victimas de este modelo inviable arrastrado por la mencionada cultura de lo gratuito.

Existen innumerables aspectos que analizar para darnos cuenta de que este cambio no resulta para nada una decisión sencilla de tomar. Más bien demasiado arriesgada. Aun así, hay quienes pensaron todo lo contrario para salvaguardar sus negocios de una crisis financiera aun mayor apostando sin pensarlo por este nuevo modelo de pago.

En 2009, muchos fueron los que criticaron la decisión tomada por Rupert Murdoch, propietario de News Corporation, el mayor grupo de medios de comunicación del mundo, cuando tomaba la difícil decisión de cobrar por el acceso a la información de sus periódicos online. Sin embargo, pocos años después su tan atrevida cruzada parece haberse demostrado que es posible consolidar un modelo de negocio de esta forma y hacerlo mucho más que rentable.

En países como Reino Unido, son precisamente los periódicos de pago los más rentables. Es cierto también que pueda influir la cultura dependiendo de uno u otro país, aunque de forma general parece que muchos usuarios aun reniegan de la posibilidad de que esto sea una tendencia generalizada.

Sin embargo, algunos líderes de la comunicación de nuestro país como el popular Pedro J. Ramírez, director del diario El Mundo, sostienen que tras este problema residen ciertos aspectos a tener en cuenta que parecen también ser parte de las barreras con las que los medios digitales se encuentran para evolucionar. Y es que según su punto de vista, "los medios tradicionales siguen teniendo su hegemonía y su influencia" pero para que esto pueda ser replicable en el entorno digital bajo un modelo de negocios sostenible, está claro que no bastará con la buena intención ni el modelo actual. "Sin periódicos que hagan beneficios no habrá periodismo de calidad".

Algo que según revela el propio artículo de PeriodistaDigital, aunque tarde, ha servido para que los editores de prensa se dieran cuenta de haber cometido un error colectivo extraordinario al distribuir contenidos de alto valor añadido a través de canales gratuitos. "Los estamos pagando y estamos ante la urgente necesidad de rectificar eso", apuntaba “Pedrojota”.

Tampoco es comprensible el concebir que medios de prensa escrita con una tirada de un millón de ejemplares, puedan alcanzar mayor influencia y penetración que medios con varios millones de lectores online. Por no hablar de las diferencias en cuanto al valor de los propios anuncios y soportes publicitarios. ¿Que me dicen del marketing de contenidos tan de moda actualmente? ¿Cuánto cuesta un reportaje a toda página en una gran cabecera y cuánto en un blog influyente y relevante? Es evidente que las comparaciones y la disparidad sobre la valoración de las audiencias y la propia influencia entre ambos mundos puede resultar incluso sorprendente, cuando precisamente lo que permite el medio internet es ampliar los límites de cobertura y difusión de la información. ¿Pero claro, quien es el guapo que se lanza a la aventura el primero? ¿Como lograr competir los diarios frente a los medios y grupos subvencionados?

Ciertamente el pago por determinados servicios o productos como las aplicaciones móviles ha sido asimilado entre la mayoría de usuarios de dispositivos móviles. Incluso con un gasto medio superior al de cualquier suscripción anual en medios de prensa escrita. Todo ello basado en una estrategia que recurre al modelo free-premium, donde las versiones gratuitas son la antesala de casi el 90% de las compras de aplicaciones de pago.

Sin embargo, el negocio de las aplicaciones móviles cuenta con la ventaja de "estar controlado" de forma global bajo "stores" de aplicaciones y la propia dependencia de la mayoría de términales a hacer uso de ellos. Los medios de comunicación son en cambio, una fauna descontrolado con especies de todo tipo, con diferentes visiones, filosofías, objetivos y prioridades. No resultada para nada sencillo imitar este modelo cuando hablamos de información y medios de comunicación.

Ocurre de forma similar con otros servicios como Spotify, que por una pequeña cuota mensual permite acceder a un impresionante catálogo musical prácticamente desde cualquier dispositivo. Las cifras de este servicio indican que uno de cada cinco usuarios disponen de una cuenta premium, o lo que es lo mismo, más de tres millones de usuarios con acceso ilimitado a su catálogo musical. Para los que no, evidentemente existen limitaciones y el pequeño inconveniente de las interrupciones publicitarias.

Al final la historia resulta un poco como la propias pensiones, no cotizaste en tu vida y pretendes que tu jubilación sea la misma que la de un trabajador nato.A no ser que nos terminen engañando!. Y si no valoramos el coste de la información ¿Pretendemos que esta sea aceptable y de calidad? o que cabeceras que se las prometían felices desaparezcan sin pena ni gloria.

Quizás parte de la solución llegue de manos de compañías como Facebook o Google. Esta última recientemente ponía en marcha su propio sistema de micro-pagos denominado Google Wallet, perfectamente integrado con la tecnología móvil actual y que podría revolucionar el sector de los medios de comunicación dando paso a la que muchos ya denominan como la era del contenido 4.0. De hecho, recientemente Google ponía en marcha de forma experimental, un sistema de micro-pagos basado en Google Wallet para acceder a los contenidos en Internet con precios que oscilarían entre los 0,25 dólares hasta los 0,99 dólares por artículo.

Quizás estemos ante la solución definitiva que la mayoría de medios de comunicación podrían adoptar de forma coordinada y masiva. ¿Pero como harían los medios de pago para contrarrestar y competir a los que pretendan mantener su filosofía gratuita?. Sospechamos que con la técnica del estrangulamiento. Es decir, devaluando el precio de su publicidad hasta límites insospechados para aumentar su beneficio a través del pago por acceso a la información. Y cuando esto suceda, esta será sin duda la tendencia excepto para aquellos que pretendan realizar tal labor por amor al arte sin que por ello resulten una amenaza seria para los verdaderos medios de comunicación masivos.

¿Lo negativo? que la mayoría terminaremos pagando pero ¿Acaso ya no lo hacemos con servicios como Spotify, juegos o aplicaciones móviles? ¿Por qué no por una información de más y mejor calidad? Está claro que la nueva era del contenido 4.0 y el acceso a la información de pago se acerca. ¿Estamos realmente preparados?

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