En ésta nave llamada Planeta Tierra con más de siete mil millones de tripulantes navega hacia un cambio de rumbo marcado por el impacto social y ambiental en un entorno donde se vislumbra el colapso económico y social, debemos ser conscientes que nuestras acciones, la sostenibilidad honesta y la economía regenerativa emergen como imperativos ineludibles. Estos conceptos no solo nos instan a repensar la forma en que vivimos y consumimos, sino que también demandan una redefinición de las prácticas arraigadas en la esfera empresarial, incluida la publicidad.
Los publicitarios, como guardianes de la comunicación comercial, tenemos una responsabilidad única en este panorama en evolución. Nos encontramos ante una encrucijada donde el cambio climático, la revolución de los consumidores y el avance tecnológico convergen para exigir una transformación radical en nuestra profesión.
El cambio climático, con sus impactos cada vez más evidentes, nos obliga a reconsiderar cómo promovemos productos y servicios. La publicidad, durante mucho tiempo impulsada por el consumismo desenfrenado, ahora debe alinearse con valores de sostenibilidad ambiental. Ya no podemos permitirnos glorificar el derroche y la sobreproducción; en cambio, debemos fomentar un consumo responsable y consciente del medio ambiente.
Estamos sumidos en una serie de revoluciones conectadas como la económica, social, cultural, medioambiental, tecnológica y la revolución de los consumidores, ésta, redefine el panorama publicitario. Las personas (consumidores) son más exigentes y están mejor informadas que nunca, están evolucionando y se definen como ciudadanos que participan en el cambio. Tienen más conocimiento, recursos y experiencia, desean información de su interés y a su medida, exigen resultados, tienen donde elegir, deciden el que, cuando, dónde y cómo, opinan y generan opinión, generan contenidos y la tecnología les permite ser multitarea y multicanal. Buscan marcas que no solo ofrezcan productos de calidad, sino que también compartan sus valores y contribuyan positivamente al mundo. La publicidad debe reflejar estas evoluciones, adoptando un enfoque auténtico y transparente que resuene con la ética y las preocupaciones de los nuevos consumidores. La publicidad y el publicitario tienen la llave para mover con la verdad las mentes hacia la dirección sostenible de un mundo más responsable y honesto.
La tecnología, por su parte, brinda tanto desafíos como oportunidades en el camino hacia una publicidad más sostenible. Si bien la digitalización ha facilitado la difusión de mensajes publicitarios, también ha generado problemas como el exceso de consumo de datos y la creciente dependencia de la tecnología desechable la cual provoca un coste energético de grandes dimensiones y con sus consecuentes emisiones de CO2. Los publicitarios debemos aprovechar la tecnología de manera creativa para promover productos y servicios de manera eficiente y respetuosa con el medio ambiente.
Ante este panorama cambiante, la publicidad debe evolucionar hacia un enfoque más consciente y proactivo donde la sostenibilidad honesta y la economía regenerativa deben integrarse en todas las etapas del proceso publicitario, desde el análisis del briefing del cliente, volver a los contrabriefing, la concepción de la campaña hasta su ejecución y evaluación. Aquí es donde reside la responsabilidad de los publicitarios: en liderar esta transformación hacia un futuro más sostenible y equitativo siendo imprescindible detener el empuje del consumo y utilizar la Sostenibilidad, la Regeneración y sus Valores como Única Propuesta de Venta (USP). Ser motor de cambio y tener como propósito el plan ESG (environmental, social and governance).
Debemos comunicar responsabilidad, valores y ética. Emocionar con la verdad y no con falsedades. Abandonar cualquier tentación de Greenwashing. Construir propuestas que ayuden a sus clientes para que comprueben fielmente que los beneficios sean tanto para sus Marcas como para la Sociedad.
Para lograr este cambio, los publicitarios debemos entender que tenemos por delante un reto fascinante y es el de adoptar nuevas prácticas y valores. Esto implica abandonar estrategias obsoletas que fomentan el consumismo irresponsable y abrazar en su lugar enfoques más éticos y centrados en el bienestar humano y ambiental. La publicidad debe convertirse en una fuerza para el bien, inspirando cambios positivos tanto a nivel individual como colectivo.
Al mismo tiempo, los publicitarios estamos llamados a colaborar estrechamente con otros agentes sociales y económicos, incluidas las empresas, los reguladores gubernamentales y la sociedad civil, para impulsar un cambio sistémico hacia la sostenibilidad y la economía regenerativa. Solo a través de un esfuerzo conjunto y una visión compartida podemos construir un futuro donde la publicidad sea parte integral de una sociedad más justa y sostenible.
La sostenibilidad y la economía regenerativa nos obligan a repensar la publicidad en su totalidad. Los publicitarios tenemos una gran responsabilidad en este proceso de transformación, ya que somos los arquitectos de la narrativa comercial que moldea nuestras percepciones y comportamientos. Al abrazar la sostenibilidad honesta como un principio rector, podemos convertir la publicidad en una fuerza positiva que impulse el cambio hacia un mundo más justo, equitativo y sostenible para las generaciones venideras.
¡¡La Publicidad tiene un reto fascinante!!