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Por Redacción - 28 Junio 2016
La realidad virtual se ha convertido en uno de esos elementos prácticamente ubicuos en los análisis, los adelantos de tendencias y las previsiones de estrategia de las marcas. Es uno de los elementos de 2016 y uno de los que parece que todo el mundo habla. Tras años en los que la realidad virtual parecía algo muy prometedor pero condenado a quedarse en nada, las cosas han cambiado por completo: la realidad virtual ha pasado de la etapa de potencial a la etapa de lo real y las compañías tecnológicas no hacen más que presentar elementos y herramientas que hacen que su posición para el futuro parezca bastante asegurada. Las firmas techie han lanzado gafas y similares y el interés por la realidad virtual ha ido en aumento. De hecho, no hay más que mirar cómo ha cambiado de posiciones en espacios como el hypecicle de Gartner, donde ha pasado de ser una de esas cosas de las que se hablaba mucho pero se quedaba en nada a convertirse en una de las que está ya en la fase encaminada para convertirse en algo.
Pero lo cierto es que no se trata solo de que haya herramientas, sino que también hay creciente interés por estos elementos. Los consumidores y usuarios están cada vez más interesados por la realidad virtual y por la inteligencia artificial, como han demostrado los estudios recientes, y están por tanto más receptivos que nunca ante estas herramientas. Sienten curiosidad y quieren probar, lo que hace que si se hacen bien las cosas sea posible crear no solo experiencias memorables sino también vínculos poderosos.
Eso es lo que hace que algunas marcas ya hayan empezado a acariciar la idea de emplear la realidad virtual como elemento dinamizador de sus relaciones con los consumidores. Algunas marcas ya están probando lo que ofrece la realidad virtual y se han convertido en una suerte de early adopters que generan experiencias y contenidos asociados a la marca completamente inmersivos.
Y lo cierto es que en esta última palabra es donde podría encontrarse la clave de lo que las marcas podrán hacer o no en lo que respecta a la realidad virtual. La palabra clave en las relaciones entre las marcas y los consumidores y la realidad virtual podría estar, claramente, en los contenidos. La realidad virtual permite crear experiencias de consumo muy diferentes y también mejorar puntos problemáticos para las marcas, como puede ser la atención al cliente o los servicios postventa.
Sin embargo, lo que parece estar consiguiendo el mayor número de experiencias pioneras y donde parece que todo el mundo se está lanzando a trabajar es en el nicho del contenido. Las marcas están viendo el potencial de los contenidos y de la realidad virtual como elemento conjunto.
Esa es, de hecho, la tendencia emergente. Como apuntan en The Wall Street Journal, la gran tendencia que se vio en el reciente festival de Cannes en publicidad fue la unión entre dos de las grandes tendencias publicitarias de 2016. Las marcas mostraron un interés por la fusión entre branded content y realidad virtual. Y, así, por un lado las firmas tecnológicas aprovecharon para mostrar sus últimos cacharritos y cómo estos permiten ofrecer y consumir realidad virtual mientras que, por el otro lado, medios y plataformas (como YouTube) demostraban su potencial en contenidos y cómo muestran ese tipo de contenidos al consumidor.
Esto ha hecho que todo el mundo pareciese estar hablando de lo mismo y que todo el mundo pareciese estar presentando la misma cuestión, confirmando que la gran tendencia y el elemento del que todo el mundo hablará en unos meses es la confluencia entre marketing de contenidos y realidad virtual.
USA Today Network presentó un programa de realidad virtual en el que, por supuesto, ya hay previsiones de contenido de marca o lanzó ya sus cubemercials, que son anuncios en realidad virtual (el formato es como una sala de publicidad con seis cubos en los que las marcas podrán incluir seis mensajes o productos diferentes). AOL presentó una compañía de producción de contenidos de realidad virtual y otros grandes medios ya se hicieron con premios por sus esfuerzos en estas áreas.
Son solo unos ejemplos, que demuestran como unos y otros están posicionándose en un mercado emergente y sobre todo como unos y otros parecen estar hablando todo el tiempo de lo mismo. Jugadores de áreas distintas han acabado en el mismo terreno, confirmando como el futuro pasará por la unión entre las dos tendencias de moda, los contenidos y la realidad virtual.
Además, no resulta difícil ver por qué estos contenidos tienen tanto potencial para triunfar y para conectar con los consumidores. Las marcas están esforzándose por crear contenidos que tienen calidad y que resultan atractivos (y de hecho no deberían plantearse ninguna otra cosa, ya que si no se esfuerzan estarían lastrando por siempre la emergente realidad virtual) y la realidad virtual ofrece muchas más cosas que los escenarios actuales ofrecen.
Los contenidos triunfan porque los consumidores los reciben mucho mejor que el marketing y la publicidad tradicionales. El marketing de contenidos ofrece algo más, tiene un valor añadido que hace que las cosas sean algo más que simplemente spam de las marcas. Con la realidad virtual suma una experiencia altamente memorable y altamente atractiva, que hace que lo que el consumidor siente que le están dando sea mucho más.
