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Decir que en este año los medios digitales seguirán robando protagonismo y ganando terreno a los formatos tradicionales no sorprende a nadie, máxime cuando acabamos de saber que, mientras la inversión en los diarios caerá cerca del 7%, en Internet crecerá casi un 8%. Dentro del entorno digital, y a la espera de que la Marketing Mobile Association (MMA) haga públicos sus datos el próximo día 9 de febrero, todo parece indicar que la publicidad en móviles seguirá llamando la atención de los anunciantes, cada vez más conscientes de las oportunidades que brinda el universo mobile.
Si tenemos en cuenta que España es el país de Europa con mayor penetración de smartphones, con más de diez millones de usuarios utilizando su teléfono para conectarse a la Red de forma habitual, podemos afirmar que nos encontramos ante un medio de masas y no únicamente ante un medio de comunicación interpersonal.
Los teléfonos móviles han dejado de ser meras herramientas de emisión y recepción de llamadas o mensajes para convertirse en una solución para llegar a toda una población; una realidad que los anunciantes no han dudado en aprovechar para atraer la atención de sus consumidores potenciales. De hecho, tal es su poder de seducción que más de la mitad de las marcas apuestan ya por estos dispositivos, considerándolos una plataforma eficaz donde promocionar y dar a conocer sus novedades.
Como regla general, el dispositivo móvil es un soporte que crea un gran engagement y permite una mayor segmentación del público objetivo, lo que multiplica el impacto y eficacia de los mensajes, convirtiendo la publicidad móvil en una herramienta clave de targeting.
Otra de las ventajas que ofrece el universo mobile y que ha conquistado a los anunciantes es la gran diversidad de formatos que encierra. Nos referimos, no sólo a los tradicionales banners publicitarios sino también a formatos tan novedosos como la realidad aumentada o el advergaming, pasando por el vídeo ad o el pre-roll.
En comparación con los medios convencionales, las campañas en el soporte mobile no sólo son más innovadoras, más rápidas y efectivas, sino que tienen mayor flexibilidad para realizar cambios y permiten llegar mucho más lejos, con el aditivo de que son menos costosas y sus resultados son igual de efectivos.
También los servicios de localización han servido de gancho para captar la atención de los anunciantes. No es de extrañar, si tenemos en cuenta que cerca del 50% de usuarios que reciben este tipo de mensajes hacen clic en ellos, lo que hace que la intención de compra sea muy superior al resto de medios convencionales y, lo que es más importante, que resulten atractivos a las marcas aun en tiempos de crisis.
Y es que la coyuntura económica ha influido en la inversión publicitaria, llevando a los anunciantes a recortar gastos y reducir sus impactos en medios tradicionales como la radio y la televisión. Ante esta situación, la publicidad móvil escala posiciones en la esfera publicitaria como una alternativa de inversión más novedosa; una oportunidad económica y efectiva hasta en tiempos adversos.
En definitiva, la tendencia para los próximos años es clara: nos movemos hacia el Mobile Marketing. El año pasado el smartphone fue considerado uno de los inventos más revolucionarios del último siglo, lo que nos lleva a pensar que el futuro es y seguirá siendo móvil y, por supuesto, los anunciantes seguirán aprovechando sus ventajas.
