Opinión Estrategia

¿Qué hacer cuando un producto está muriendo?

Es muy importante que se reconozca en qué parte del ciclo de vida se encuentra el producto en determinado momento ya que de esto dependerán las estrategias de mercadeo.

En la etapa de introducción de un producto se lanza al mercado con una producción a gran escala y un gran programa de mercadeo. Las operaciones de esta etapa se caracterizan por altos costos, elevado volumen de ventas, pérdidas netas y una distribución limitada. El programa promocional puede diseñarse para estimular la demanda primaria más que la secundaria.

En la etapa de crecimiento (aceptación del mercado) las ventas y los productos se elevan. Los competidores entran al mercado. Crece el número de distribuidores, se introducen economías de escala y los precios descienden un poco.

Durante la primera parte de la etapa de madurez las ventas siguen creciendo y tienden a estabilizarse, pero disminuyen las utilidades del fabricante y de los detallistas. El fabricante asume una participación del esfuerzo promocional total en la lucha por conservar los distribuidores.

Para casi todos los productos la declinación empieza cuando los nuevos productos inician su ciclo de vida y reemplazan a los anteriores. El control de costos es cada vez más importante conforme decae la demanda. Se hace menos publicidad y varios competidores dejan el mercado.

Hace algunos años cuando un producto llegaba a su etapa de declive, lo que se hacía era quitarle el apoyo hasta que desaparezca, actualmente existen centenares de productos que han sabido renovarse, reestructurarse y seguir estando en el top of mind del consumidor.

Se puede hablar de una nueva etapa en los productos, esta nueva etapa consiste en captar nuevos clientes basados en la innovación del producto original, en la creación de extensiones de línea o en una nueva fórmula y nombre que se relacione con la versión original de nuestro producto. Esto quiere decir que: buscar más gente que utilice el producto, buscar nuevos usos para el producto, enfocar el producto desde otra perspectiva, adecuarlo a las necesidades actuales del mercado, dar razones al mercado para usarlo con más frecuencia, buscar otras posibilidades que den un nuevo enfoque para la publicidad, hacer que llegue al cliente de otra manera.

En esta nueva etapa se debe comunicar al público de qué se trata la diferencia del producto y por qué es tan importante nombrarla; se debe lograr no sólo que el producto sea diferente, sino que se vea diferente.

Como conclusión se puede mencionar que los productos tienen ciclos de vida que pueden dividirse en cuatro etapas: introducción, crecimiento, madurez y declinación. El éxito del mercadeo de una compañía es influenciado profundamente por su capacidad de entender o dirigir el ciclo de vida de sus productos.

En algunos casos la etapa de introducción es la más riesgosa y cara, sin embargo en productos realmente nuevos existe poca competencia directa.

El ciclo de vida de un producto depende de sus características, puede durar unas pocas semanas o un decenio. Incluso la tecnología puede acelerar este proceso debido a la constante evolución de los productos. Lo que se debe tratar es de rejuvenecer a los productos existente encontrando nuevos mercados o nuevas características del producto, para comunicarlas al público y que éste sea atractivo nuevamente para ellos.

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