Continua Leyendo...
Por Redacción - 17 Diciembre 2015
Poco es lo que queda al margen de las redes sociales a la hora de conectar con los consumidores en internet y mucho es lo que estas plataformas influyen cada día a la hora de tomar decisiones de compra, conectar con las marcas o interactuar en la red. Por ello, lo que ocurre en el universo de las redes sociales es tan importante y por ello las tendencias que pueden cambiar las reglas del juego son cada vez más decisivas y despiertan más atención entre las marcas.
¿Qué es lo que cambiará durante 2016 el escenario de las redes sociales? En general, y como apuntan en un análisis de AdAge, 2016 será un año de cambios y decisiones. Las cosas van a modificarse en redes sociales y las compañías tendrán que adaptarse a los cambios, a menos que quieran que los cambios las engullan a ellas. En general, las marcas tendrán que enfrentarse por tanto a un panorama cambiante aunque, de forma específica, cinco serán las tendencias que motivarán más modificaciones.
Las plataformas de mensajería se lo podrán cada vez más difícil a las redes sociales de siempre
El mundo cambia, los mercados evolucionan y los gustos e intereses de los consumidores lo hacen al mismo tiempo, lo que hace que incluso aquellos productos que parecen haberse convertido en una parte fundamental de su existencia puedan encontrarse con problemas a la vuelta de la esquina. O al menos se pueden encontrar con elementos completamente disruptivos que modifiquen las cosas o su situación. Por ello, una de las primeras tendencias que identifican en el análisis es el cambio de equilibrio en el universo de las redes sociales. Las aplicaciones y plataformas de mensajería triunfarán sobre las redes sociales.
Su triunfo será en números netos. Estas plataformas están consiguiendo cada vez más y más usuarios y crecerán de forma acelerada en los próximos años. Ahora están en los 2.500 millones de usuarios: en 2018 estarán en los 3.600 y contarán con una audiencia superior en un 25% a la de las redes sociales.
El cambio en el equilibrio de la balanza no será únicamente al peso. Los analistas prevén que también cambiarán los hábitos de uso y que modificarán los centros de atención, especialmente entre las jóvenes generaciones que están usando más las plataformas de mensajería para tener un mayor control de quien lee o ve sus mensajes y han visto así como cae el volumen de contenido que publican en las redes sociales.
La televisión será el próximo escenario para lo social
O al menos eso es lo que creen los expertos: las marcas van a aprender que el próximo Facebook o el próximo Instagram no va a ser Snapchat (o similares) sino la televisión (adaptada, claro está, a los tiempos modernos). En vez de destinar cantidades ingentes de dinero a estas nuevas plataformas (que no están mostrando gran potencial en el retorno de la inversión) tendrán que aprender el nuevo lenguaje de la nueva televisión.
Los adblockers también tendrán mucho que decir en el universo de las redes sociales
Los adblockers empiezan a parecer el perejil que está en todas las salsas. Sin duda, 2015 ha sido su año y han visto como se convertían en el foco de atención de marcas y soportes online. Sus cifras de uso no han hecho más que subir durante este año, lo que lo ha convertido en un problema de primera magnitud y en uno que muchos ya usan para anunciar un cierto apocalipsis en los ingresos de la red. ¿Quién ha dado vela a las redes sociales en este entierro?
Los analistas creen que las redes sociales serán unas de las grandes beneficiadas de la nueva situación. Si en 2016 se confirma la muerte del anuncio de display, anuncian, las marcas se girarán rápidamente hacia lo social buscando un escenario en el que poner a lucir su mensaje. El peso de lo social y de las acciones de las marcas en estas redes podría crecer en 2016, mientras las marcas reescriben su estrategia digital.
Las redes sociales serán cada vez más jardines cerrados y eso cambiará las cosas
Es lo que AdAge llama el efecto Hotel California: un sistema cerrado en el que, aunque puedes decir que te vas, en realidad no puedes abandonarlo nunca. La situación es muy similar en los entornos sociales y está siéndolo cada vez más. Ya no se trata no solo de que las redes sociales tengan tentáculos que les hacen seguir a los consumidores allá donde van (como puede ser el caso de Facebook) sino que además están intentando cada vez más que ese "a donde van" sea dentro de su propio universo. Los últimos grandes lanzamientos de Facebook no son más que herramientas para conseguir que sus usuarios pasen más tiempo en su plataforma, Instagram no permite publicar links en sus fotos y Snapchat no deja dirigir a fuera de su red.
El vídeo social se complica
A medida que las cosas se hacen populares y a medida que cada vez más jugadores entran en la partida, la situación se hace más compleja y más complicada y deja de ser tan sencilla o simple como podía serlo hasta el momento, tanto a nivel de compartir los contenidos como a la hora de llegar al usuario. Y eso es lo que está pasando con el vídeo social: en 2015 se ha convertido en algo fundamental y emergente y en 2016 las marcas pagarán el pato teniendo que enfrentarse a un entorno más complejo.
Lo primero es que cada vez habrá más vídeos, lo que hará que llegar a la gente sea más complicado. Lo segundo es que las plataformas de vídeo son cada vez más únicas y las marcas tendrán que hacer un esfuerzo para posicionarse en cada una de ellas. Ya no vale con subir un vídeo a YouTube y esperar que con eso se triunfará en todas las plataformas. Ahora las marcas tienen que adaptar su vídeo a cada plataforma y subirlo en cada una de ellas con sus características específicas.
