Opinión Aplicaciones móviles

A la caza de las apps más rentables

Directora general de madvertise

Hablar de aplicaciones ya es terreno abonado para muchos anunciantes que piensan en mobile a la hora de lanzar campañas de publicidad y promocionar sus productos. El hecho de que el 55% de los españoles tenga un smartphone es razón más que suficiente para tenerlo en cuenta como soporte. Donde hay un teléfono, hay audiencia. Ahora bien, ¿qué modelo es más rentable? ¿las apps gratuitas o de pago?...

Aunque a priori la respuesta que a todos nos viene a la mente sería: “de pago”, no es oro todo lo que reluce en el universo de las apps. Veamos. Si tenemos en cuenta que el 44% de los usuarios de smartphone no realiza una compra hasta haber utilizado al menos diez veces la aplicación y que el 26% de las apps sólo se utiliza una vez después de su descarga, los desarrolladores tienen que ingeniárselas para crear customer experiences que le muevan a pagar por ella.

Si miramos el Top 20 de las aplicaciones más descargadas de la App Store y de Google Play, prácticamente el 100% son gratuitas; algo que, aunque no lo parezca, puede salir muy rentable. La explicación es bien sencilla: los ingresos proceden de la publicidad o de la moda ‘freemium’; ésta última poco desarrollada todavía pero que dará mucho que hablar de aquí a bien poco.

Esta nueva moda que da a los usuarios la posibilidad de comprar contenidos premium una vez descargada la aplicación, es el paso intermedio entre los servicios gratuitos y los de pago; una buena técnica de marketing que está marcando tendencia en el mercado de las apps móviles, especialmente en juegos y contenidos de entretenimiento para Android.

Un ejemplo claro de servicios freemium son aquellas apps gratuitas que simulan juegos de azar y en las que los usuarios tienen que comprar fichas o créditos para poder participar en determinadas partidas. También hay aplicaciones basadas en mundos virtuales que ofrecen la posibilidad de pagar por contenidos exclusivos para poder jugar en los escenarios creados. Otro ejemplo son las apps que proporcionan parte de un servicio y son los internautas quienes deciden obtener más contenidos con una suscripción.

En el caso de Apple, hay distintos tipos aplicaciones para iPhone y iPad y el desarrollardor tienen que conocer el perfil de cada usuario para “dar en el clavo”. El hecho de que el iPhone supere en ocho millones a los usuarios de iPhone hace que en este dispositivo haya mayor variedad de contenidos.

Mientras los usuarios del smartphone de Apple pueden disfrutar del 53% de sus aplicaciones de forma gratuita incluyendo en ellas publicidad ‘in app’, los de iPad tienen que pagar entre poco menos de uno y cinco euros si quieren disfrutar de la mayor parte de los contenidos de la App Store.

Este desembolso por la descarga de aplicaciones no supone un problema para los fans de iPad, que suelen tener mayor poder adquisitivo que los del resto de marcas y son más proclives a buscar en estos dispositivos exclusividad y contenidos limpios de publicidad; algo muy valorado al considerar cualquier contenido publicitario como una interrupción.

Tanto es así que los anunciantes están empezando a sacar provecho de la riqueza y la flexibilidad de interfaces como la del iPad para desarrollar anuncios que tienen mucho más en común con las aplicaciones que con los spots tradicionales o los banner de siempre. Hablamos por ejemplo de la nueva fórmula del ‘appvertising’; anuncios interactivos en los que el usuario tiene el control de lo que quiere ver en sus pantallas. Publicidad in app, servicios freemium, appvertising… toda una fuente de ingresos en la esfera mobile donde aún queda mucho por explotar.

Directora general de madvertise
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