Artículo Branding

Cuando todo el país hace rebranding o por qué Holanda quiere dejar de ser Holanda

Cada vez son más los países, regiones y ciudades que se preocupan por su imagen de marca y por los valores que transmiten

Por Redacción - 15 Octubre 2019

Hacer un trabajo de branding y de crear imagen de marca no es algo que solo se limita a las empresas. De hecho, y más allá de la marca personal que se ha convertido en un elemento de preocupación para los profesionales de todo tipo, los países también tienen que trabajar su imagen de marca (y preocuparse por el valor que consiguen como marca-país) como también lo hacen regiones y ciudades.

El city branding es, incluso, una de las palancas que ciudades de todos los tamaños y de todo el mundo han estado usando en los últimos años para atraer a los consumidores, conectar con sus propios ciudadanos y sobrevivir a los cambios y a las crisis. En el rural del norte de Inglaterra, por ejemplo, las localidades están haciendo trabajo de marca para intentar así posicionar mejor sus calles comerciales y atraer visitantes. A algunas ya les ha funcionado muy bien.

Para hacer este trabajo, se sea el tipo de espacio que se sea, hay que tener muy claro qué se quiere vender, qué valores se pueden destacar y perfilar muy bien el mensaje que se quiere lanzar. Se trata, como ocurre con las empresas y las marcas, de que el consumidor tenga claro qué le quieren vender y que los valores clave se transmitan muy bien.

Muchas ciudades, regiones y países han logrado ya hacerlo de forma efectiva a lo largo de la historia y han conseguido que cuajen las ideas que venden. Las Vegas, por ejemplo, se creó una imagen de turismo adulto y de ciudad en la que todo estaba permitido y España, por poner otro, de paraíso de sol y playa y a precios baratos.

La imagen de marca no es eterna y, como las empresas hacen procesos de rebranding cuando sus mensajes y sus posiciones se quedan obsoletas o se vuelven problemáticas, los lugares también pueden y deben hacer rebranding. Los dos ejemplos del párrafo anterior son perfectas muestras. Las Vegas lleva intentando reinventarse en los últimos años, creando una imagen diferente como espacio turístico y despegándose de esa imagen de ciudad del pecado por una de ciudad del entretenimiento.

Y España ha visto en los últimos tiempos como el modelo de sol y playa y precios bajos entraba en crisis (como ha demostrado el cierre de Thomas Cook) y no tendrá más remedio que venderse también de un modo distinto.

Hacer rebranding como país, ciudad o región es posible. Como ocurre con las marcas hay que tener muy claro qué y por qué se quiere cambiar y saber transmitírselo al consumidor.

El caso Holanda

El último país que va a hacer rebranding es Holanda. Holanda ya no es realmente Holanda, sino los Países Bajos. Sin embargo, Holanda sigue siendo usado de forma generalizada por los consumidores e incluso por las administraciones públicas del país.

Ahora, sin embargo, van a dejar de hacerlo y van a lanzar un rebranding estatal, que empezará a verse a finales de este año y que tendrá en las grandes citas de 2020 (los Juegos Olímpicos pero también el festival de Eurovisión que se celebrará en Rotterdam) su máximo exponente. Como señalan en The Guardian, el país quiere cambiar su identidad para reconducir su imagen de marca.

Holanda se asocia, explican, al distrito rojo de Amsterdam y a las drogas legales como elementos centrales de lo que todos saben sobre el país y lo que los turistas tienen en cuenta. Ahora quieren venderse como "un país abierto, innovador e inclusivo". Quieren "modernizar" su acercamiento de marca. De hecho, su idea es la de centrarse como marca-país en transmitir la idea de que son pioneros en encontrar "soluciones a los cambios globales".

El color corporativo del país seguirá siendo el naranja, asociado con Holanda, pero no se sabe si se mantendrá el tulipán como imagen recurrente y simbólica del país en los mensajes oficiales y en sus sites de turismo. El tulipán se asocia a Holanda, la identidad que quieren dejar atrás.

Dado que Países Bajos ya es oficialmente el nombre del país (Holanda es el nombre de dos provincias costeras y el nombre del país entre los siglos X y XVI), empezarán a usarlo de un modo visible y a evitar el nombre Holanda.

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