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¿Recordáis aquel programa de la televisión, donde los enamorados hacían verdaderas locuras para sorprender a su enamorada, con el fin de demostrar su amor y llegar a su corazón?, seguro que sí. Era imposible quedarse indiferente cuando de repente veías que el chico en cuestión surcaba los cielos en un globo aerostático, para aterrizar en plena plaza del pueblo, ramo de flores en ristre y el corazón en vilo; con la esperanza de conseguir una respuesta por parte de su chica, que le esperaba abajo: Sí quiero. Pues bien, esa sensación, ese torrente de emociones positivas, ese tipo de detalles son los que los consumidores esperan de sus marcas; solo así podrán conseguir su amor incondicional. Una relación entre marca y cliente, basada en la mera transacción comercial, no es en absoluto beneficiosa para las marcas; se diría que es más bien pan para hoy y hambre para mañana. Las empresas han de esforzarse por crear fuertes vínculos emocionales con sus clientes, unos lazos hechos con respeto y amor mutuo, que sean difíciles de romper. Para conseguir el favor de su público, la marca debe hacer que cada uno de sus clientes sea único y especial, darle un trato personalizado, incluso llamarle por su nombre, si es posible. El cliente siempre tendrá en mayor consideración a aquella marca que se acuerde de su cumpleaños, a la que visite su bandeja de entrada para ofrecerle un descuento sobre esa gama de productos que sabe que le gusta, o a aquella otra que le invita a probar su última novedad en el mercado. Son detalles que, mirados detenidamente, no suponen un gran esfuerzo, y sin embargo pueden conseguir grandes resultados. Otro dato muy importante es que las marcas deben estar allí donde se las necesite. De nada sirve colmar de atenciones al cliente si, en el momento en que tenga un problema con la marca, o simplemente se dirija a ella para plantearle una consulta; no halle respuesta alguna por su parte. En ese momento la sensación de decepción será mayúscula, no podrá evitar sentirse defraudado, y perderá toda la confianza en su marca. Para evitar esto, es importante que la empresa cuente con unos canales de atención al cliente efectivos. Las redes sociales son un medio muy adecuado para lograra este objetivo, dado que permite una comunicación directa entre la marca y sus usuarios. ¿Utilizas grandes dosis de amor para ganarte a tus clientes? ¿qué detalles tienes con ellos?
