Por Redacción - 25 Octubre 2016
La inteligencia artificial ha pasado de ser un elemento potencial a futuro, una posibilidad digna de las películas de ciencia ficción que se incluía en todos los textos sobre tendencias a futuro, a una realidad con mucho potencial para estar muy próxima. Como la realidad virtual o como la realidad aumentada, que fueron en un primer momento simplemente elementos que se esperaba que lo cambiasen todo en algún momento, pero de las que no se sabía mucho o no se tenía mucho de forma concreta, la inteligencia artificial aparecía siempre en los textos de los analistas y expertos como uno de esos potenciales cambios que pueden modificar el futuro, pero sobre los que las marcas aún tienen que esperar a que todo se concrete.
Esa posición ha cambiado por completo en los últimos tiempos, cuando los desarrollos de la inteligencia artificial y sus aplicaciones han ido apareciendo de forma mucho más recurrente y mucho más habitual, lo que ha hecho que las cosas se vuelvan mucho más tangibles, mucho más reales, y lo que ha permitido que las marcas se emocionen más con esta herramienta y sus posibles aplicaciones. La inteligencia artificial ha dejado de ser material digno de una película de ciencia ficción para convertirse en un elemento real, en una cuestión inminente, en algo que las marcas pueden usar ya o podrán usar en el futuro próximo.
Y, por ello, la visión que tienen las marcas de la inteligencia artificial y de cómo cambiará las reglas del juego también está cambiando. Las compañías están convencidas de que sacarán un importante partido a la inteligencia artificial y que esta se convertirá en una herramienta de las que modifican por completo las posiciones a ocupar.
Tanto es así, de hecho, que muchos responsables de marca creen ya que la importancia de la inteligencia artificial superará a la que ha conseguido obtener elementos tan claves ahora mismo como el universo de las redes sociales.
Un 55% de los CMOs considera que la inteligencia artificial tendrá un impacto en marketing y en las comunicaciones que superará aquel que ha tenido o que tendrán las redes sociales. La encuesta, elaborada por KRC Research y Weber Shandwick, ha tenido ámbito global, lo que hace que estas conclusiones y estas declaraciones de los responsables de marketing deban verse como algo que se está creyendo y pensando de forma más bien genérica.
La inteligencia artificial no será, además, o eso es lo que creen los CMOs, algo que llegará en un futuro muy lejano. Un 58% de los encuestados considera que será en los próximos cinco años cuando las compañías tengan que competir en este entorno para tener éxito y un 68% considera que las marcas o están usando ya inteligencia artificial o están empezando a pensar ya como hacerlo.
Cómo cambiará la estructura empresarial
Este cambio y esta tendencia no solo afectarán a las decisiones de las marcas y a los pasos que tomarán para conectar con las audiencias, sino que además tendrán un impacto directo sobre la propia estructura de la empresa, que, una vez más, tendrá que ajustar sus plantillas y tendrá que ser capaz de modificar sus departamentos y sus fórmulas de trabajo para ajustarse a estas nuevas necesidades.
Un 85% de los responsables de marketing encuestados considera que las marcas tendrán que cambiar sus plantillas y ajustarlas para ser capaces de estar a la altura de estas nuevas necesidades. Un 40% cree que tendrán que pedir a sus trabajadores nuevas capacidades y talentos y un 45% está convencido de que la inteligencia artificial y los cambios que impondrá les obligará a realizar recortes de personal.
El proceso no será además algo a hacer en un futuro lejano, sino que en realidad está mucho más cerca de lo que parece. Un 57% de los encuestados cree que tendrá que empezar a pedir estas nuevas capacidades y conocimientos en los próximos dos años.
Los consumidores, muy receptivos
A todo ello hay que sumar que no solo los responsables de marketing están muy emocionados con la inteligencia artificial. Los consumidores también lo están y son muy receptivos ante ella y ante su potencial. De media, los consumidores están siete veces más convencidos de que la inteligencia artificial tendrá un impacto positivo de lo que creen que tendrá un impacto negativo en sus vidas.
Posiblemente esto ocurre porque la cobertura mediática que han recibido ligada a la inteligencia artificial es muy positiva. Un 82% reconoce haber leído o visto algo en los medios de comunicación positivo sobre la inteligencia artificial.
