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¿Perjudica realmente en algo a YouTube que las marcas anuncien boicots?

Por Redacción - 30 Noviembre 2017

La palabra boicot se ha escuchado - bastante - ligada a YouTube en los últimos tiempos. Todo arrancó hace unos meses, cuando una investigación de la prensa británica descubrió que los anuncios se mostraban ligados a contenidos sensibles, como vídeos extremistas o racistas. Los afectados pusieron el grito en el cielo, llamaron a la estampida y la cuestión de la seguridad de marca se convirtió en una constante en los debates sobre estrategia de marketing. Desde entonces, la cuestión se ha ido repitiendo, a medida que diferentes escándalos han ido afectando al portal de vídeos. El último - ligado a la presencia de anuncios en vídeos que sexualizaban a niños - ha convocado una nueva llamada al boicot.

La llamada al boicot y el unirse al mismo tienen réditos de imagen para las marcas protagonistas. Las grandes compañías muestran así que están escuchando a sus consumidores y, sobre todo, que se preocupan por los riesgos. No quieren tener nada que ver con esos contenidos y marcan distancias con ellos.

Para YouTube, los boicots son un dolor de cabeza en términos de imagen y un potencial problema económico. Cuando se anunció el primer boicot, las previsiones de los analistas apuntaban a que YouTube iba a perder cantidades millonarias de dólares en la publicidad que, de pronto, se dejaba de emitir.

Pero ¿fue eso lo que sucedió? Poco después del estallido del primer escándalo, un análisis demostraba que muchas marcas nunca habían llegado a irse y que otras acabaron volviendo rápidamente. En el mes más crudo de la cuestión, YouTube solo había perdido al 5% de sus anunciantes. Un estudio de MediaRadar apuntaba que, en realidad, de las marcas que habían anunciado que dejaban la plataforma solo la mitad lo había hecho de forma efectiva. La salida había sido más bien a medio gas.

Y desde entonces YouTube ha continuado siendo analizado con lupa, ha protagonizado nuevos escándalos y ha visto como las marcas llamaban al boicot. En el último, Adidas, Mars Inc., HP o Diageo anunciaban que congelaban sus anuncios en YouTube tras el estallido del escándalo y sus máximos responsables de marketing hablaban de situación inaceptable.

Impacto económico mínimo

Pero, como recuerdan en AdAge, estas declaraciones y estos movimientos no están teniendo tanto impacto. Su efecto en el crecimiento de YouTube, señalan, será muy poco notable, incluso teniendo en cuenta que Adidas se ha gastado en los últimos 12 meses 7,9 millones en publicidad solo en la versión de EEUU de YouTube, Mars 6,9 y HP unos 1,7 millones de dólares.

Partiendo de lo que ocurrió en el gran boicot anterior, sin embargo, se puede llegar a la conclusión de que el efecto será mínimo. Los ingresos por publicidad en el último trimestre contabilizado de Google subieron en un 21% y en la presentación de resultados se señaló que ese crecimiento se debía a una "fuerte contribución de YouTube".

A eso se suma que los análisis de los expertos en publicidad online están demostrando que YouTube está creciendo en publicidad en estas semanas gracias a la campaña de Navidad. Solo en EEUU y el Reino Unido y solo desde septiembre, se han invertido ya unos 252 millones de dólares en anuncios para escritorio en YouTube.

El boicot es por tanto bastante mucho ruido y pocas nueces.

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