Ya no se trata solo del creciente peso de lo emocional, sino también de que es más difícil comprender al consumidor y que las marcas tienen que
actuar más rápido
El 62% de los españoles cree que su consumo es una herramienta muy potente para cambiar el mundo. No conocen las denominaciones de las nuevas
economías, pero el 57% se siente identificado con sus mensajes.