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No existe mayor reto que explicar a un empresario no habituado a las nuevas tecnologías por qué debe estar en las redes sociales cuando nunca ha tenido cuenta en Facebook, LinkedIn y similares. Me apasiona, lo reconozco. Argumentar con los amigos y conocidos que tímidamente se acercan en busca de consejos sobre redes sociales. Siempre es un reto explicar cómo funciona la red y sus aspecto más atractivos. Y es que nunca dejamos de estar dispuestos para explicar a los demás aquello que nos gusta y que nos apasiona día a día.
Un estudio sobre "redes sociales y empresa" realizado por American Express OPEN me viene que ni pintado para descubrir que, hasta la fecha, todas esas recomendaciones y apasionados comentarios a empresarios amigos y conocidos sobre la web 2.0 (y los de otros tantos como yo) están surtiendo efecto: mientras que en 2009 solo 1 de cada 10 empresarios admitía usar las redes sociales, en 2010 la cifra ha ascendido hasta el 39 por ciento. Vamos rozando la mitad, que no es poco...
Facebook, Twitter y Linkedin son las tres plataformas 2.0 que más adeptos consiguen entre la clase directiva. Los blogs también llaman la atención de estos profesionales que a diario toman las decisiones de primer nivel en las empresas. Y está bien que sean ellos quienes se interesen por las redes sociales, pues a fin de cuentas son los que ponen el dinero y seleccionan qué hacer o qué tirar a la basura en el camino marcado por una corporación.
Sé por experiencia propia que el dato que verdaderamente mueve a los empresarios es la obtención de resultados. ¿Qué impacto va a tener la presencia de mi empresa o de mis productos en las redes sociales en términos de ventas? Quizás ésa sea la gran asignatura pendiente de nuestras conversaciones, porque aunque conocemos que con buenas estrategias de social media se puede incrementar el valor de marca y mejorar la atención al cliente, no existe fórmula universal, todavía, para medir los efectos exactos, usar Google Analitycs cuanto menos es recomendable para empezar en todo momento.
Y es que acciones de social media planteadas para una empresa que venda zapatos a domicilio a través de Internet no se pueden medir de la misma forma que una cadena de comida rápida que acuda a las redes sociales en busca de clientes. Precisamente por eso, por el cliente o target, que es completamente diferente en ambos casos. Porque a fin de cuentas esto se resume en saber conocer a tu público y por qué espacios (reales o virtuales) se mueve a diario, marcando siempre una estrategia personalizada para cada caso.
