Artículo Personal Branding

Por qué ya no se puede dejar pasar ni un momento más en el trabajo de la marca personal

Por Redacción - 11 Enero 2018

Año nuevo, vida nueva y entre los propósitos de muchos trabajadores se encuentra el de mejorar su posición laboral, ya sea dentro como fuera de la compañía. Es el momento de buscar un nuevo trabajo, de hacerse con nuevas oportunidades o de asumir nuevas funciones dentro de las compañías en las que están desarrollando sus tareas. Y, para conseguir cumplir con ese objetivo, no queda más remedio que añadir una cuestión más a la lista de propósitos. Hay que trabajar en posicionar mejor la marca personal.

La marca personal es la carta de presentación de los profesionales en los tiempos que corren. Puede que en el pasado lo importante fuese simplemente mandar el CV a la oferta correcta o tener el contacto perfecto en el momento adecuado. Ahora, sin embargo, la cosa es más compleja. Además de todo lo que siempre se ha hecho en el terreno profesional, es necesario trabajar esa marca personal.

El efecto de la marca personal se comprende fácilmente si se piensa en cómo han cambiado las cosas. Las redes sociales e internet en general han hecho que estemos siempre expuestos y que, por tanto, sea mucho más fácil que nunca encontrar información sobre cada uno de nosotros. Al igual que las marcas hacen su propio servicio de curación de contenidos y gestionan la información para que lo que llegue a los consumidores sea lo que se quiere transmitir, los profesionales también tienen que trabajar para transmitir una imagen precisa y concreta y para destacar los que creen que son sus puntos fuertes.

¿Y cuáles son esos puntos fuertes? Al final, lo que hay que lograr es situarse como el referente en el mercado dentro del nicho en el que se trabaja, como una voz fuerte en los terrenos en los que se quiere avanzar en la carrera profesional.

Esto es, además, más importante en algunos mercados concretos. Como recuerdan en AdWeek, por ejemplo, en el terreno de los altos directivos de marketing y su gran rotación de personal, las oportunidades de cambio y de mejora están marcadas tanto en frecuencia como en calidad por la calidad de la red que uno ha construido previamente.

Los tres pasos básicos

Y, por ello, construir una red poderosa es muy importante, añaden. El profesional tiene que asentar la marca personal en una base que sea sólida y tiene que, al mismo tiempo, fortalecer sus relaciones con otros profesionales y con la industria. Y todo ello se consigue, o al menos eso es lo que apuntan en el análisis de AdWeek, trabajando en tres puntos concretos. El primero es el marketing de contenidos, una cuestión que le ha funcionado a las empresas y que también les funcionará a los profesionales para crear una imagen pública. El marketing de contenidos es además efectivo para conseguir ir más allá de lo que el networking en persona puede lograr, ya que no implica limitaciones geográficas o de tiempo. Siempre está ahí para ser encontrado (y siempre se puede trabajar con cierta calma).

A eso se suman otros dos puntos, la propia relación con la empresa en la que se está y el trabajo sobre la red. Sobre el peso de la propia empresa, hay que pensar que a la compañía también le interesa que sus trabajadores tengan marcas personales fuertes, lo que les puede llevar a intentar ayudarles en ese posicionamiento. Y en lo que toca a la red, no hay que olvidar que, como ocurre con las marcas, no solo se trata de lanzar mensajes, sino también de conectar con los demás y de lograr engagement.

Ya no se puede dejar pasar

Y a eso se suma otra cuestión: puede que la marca personal pareciese un concepto muy novedoso un tiempo atrás, pero ahora se ha convertido en, en cierto modo, un elemento esperable más. Igual que las empresas han acabado dando por sentado que uno tiene un CV preparado para mandarles, ahora están asumiendo que uno trabajará cómo se vende al mundo y cómo se posiciona para conectar con ellos. La marca personal, como recuerdan en un análisis en Entrepreneur, es algo que ya no se puede dejar pasar en 2018.

Por ello, ya no se puede dar por ya lo haré en el futuro todos aquellos elementos que se consideran básicos de cómo lanzarse al mundo en la red. La foto de perfil, por ejemplo, es una de esas cosas que todo el mundo sabe que son importantes pero ante las que se suele quedar con cualquier imagen en la que más o menos salgamos bien. Esto tiene que cambiar: los receptores se forman una opinión en una décima de segundo, lo que hace que establecer una buena foto de perfil sea muy importante.

A eso hay que sumar la importancia de crear una estrategia propia, el trabajar los contenidos que se publican y, por supuesto, el ser conscientes de que todo esto, como tantas cosas, implicará tiempo de trabajo.

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